Las cubiertas de teja son un imán estético. Y las tejas de arcilla no son la única opción para cubrir estos elementos constructivos.
Las tejas asfálticas son otra opción digna de tomarse en cuenta. ¿Por qué? Porque impermeabilizan, aislan térmica y acústicamente y mejoran la estética del inmueble, explica Fabián Muñoz, gerente de Hidroasist.
Las Shingle estándar tabaco, de Chova, pertenecen a este rango. Son láminas troqueladas en forma rectangular y se emplean en cubiertas no transitables con pendientes mayores al 20%.
Cada lámina está compuesta por asfalto polimerizado con armadura de fibra de vidrio y autoprotección granular, en algunos casos. Esta composición permite que la cubierta resista los factores ambientales como lluvia, viento y altas temperaturas.
La vida útil de la lámina o teja asfáltica puede llegar hasta unos 20 ó 30 años, según el número de capas que tenga.
El proceso de colocación de una lámina asfáltica es sencillo.
El primer paso, explica Muñoz, es la limpieza a conciencia de la cubierta de concreto. Luego se realiza la imprimación del piso con el líquido asfáltico Imperlastic. Entonces es tiempo de la colocación de los flejes metálicos para la protección de las paredes verticales.
A continuación se realiza el ‘timbrado’, que es la señalización para el pegado de la lámina a nivel. Luego se coloca la lámina mediante calor, con un soplete. Se asienta con un trapo para que quede uniforme y listo.
El m² de esta lámina de Chova vale USD 11,68, incluido IVA.