Rentar apartamentos con vista al mar es una actividad de mucho potencial en Manta y Bahía de Caráquez. En el puerto manabita los ejecutivos con negocios relacionados con la pesca, bienes inmuebles y turismo mantienen el movimiento de este nicho de mercado, que empezó hace 10 años.
Margarita Constante, propietaria de la inmobiliaria Construligh Manta, asegura que la demanda de alquileres se mantiene. Aquí también se puede hablar del ‘boom’ de los arrendamientos.
Primero fue cuando arribaron los marinos de Estados Unidos, que trabajaban en el Puesto de Avanzada Estadounidense (FOL por sus siglas en inglés). Ellos, por 10 años, fueron los principales clientes. Llegaban con sus familias y amigos y, por ello, debían tener un lugar fuera de la base aérea de Manta donde estaban sus instalaciones y dormitorios, señala.
Después que salieron los efectivos del FOL la actividad se focalizó en los turistas y ejecutivos de negocios. Desde hace tres años empezó el interés de los técnicos y funcionarios que trabajan en los estudios de factibilidad de lo que será la Refinería del Pacífico.
Constante asegura que la mayoría de arrendatarios desea departamentos con vista al mar, pero esos sitios tienen costos elevados, que van desde los USD 600 hasta los 800 por departamentos con dos y tres habitaciones. A ello se suman las cuotas por mantenimiento y guardianía. Esos van de USD 60 a 100.
El alquiler de viviendas también tiene sus seguidores. Son personas que vienen a la ciudad a radicarse por tiempos definidos y prefieren llegar con sus familias. El costo de renta de una casa va desde USD 300 a 800. Todas son viviendas ubicadas en conjuntos habitacionales cerrados.
En Bahía de Caráquez, el experto en bienes raíces Julio Rivadeneira comenta que la zona experimenta un renacer en el tema de los alquileres y la construcción de nuevos planes habitacionales. Hay dos edificios que se levantan actualmente, con 40 departamentos que estarán a disposición de clientes los próximos dos años.
Todo sucedió después de la inauguración del puente sobre estuario del río Chone. El brazo de mar que baña el perfil interno de Bahía y San Vicente es el sitio adonde llegan veleristas de todo el mundo. Ellos se quedan en la ciudad temporadas que varían entre dos y seis meses. Muchos de los deportistas prefieren alquilar un departamento en vez de residir en uno de los hoteles, comenta Rivadeneira.
Bahía también se ha convertido, desde hace ocho años, en un sitio ideal de descanso para los jubilados, especialmente estadounidenses y europeos.
Estos primeros llegan en plan de vacacionar y luego compran departamentos de 2 y 3 dormitorios. Ese es su modus operandi.
Cuando alquilan una unidad habitacional, los extranjeros desean que tenga vista al estuario, por el paisaje y la novedad de los deportes acuáticos.
Los arriendos de esas unidades tienen un costo de entre USD 300 y 400. Los que desean departamentos amoblados deben cancelar USD 200 y 300 más, y todo se hace previa reservación.
Los alquileres corresponden edificios ubicados en el sitio conocido como la Ciudadela Norte, zona emplazada en la parte más saliente de Bahía, acota Rivadeneira. También hay opciones más económicas, en casas con departamentos de dos dormitorios y por USD 100 mensuales.
Una de las características de quienes optan por Manta y Bahía es por la existencia las tres frecuencias de vuelos que existen desde Quito a Manta y la cercanía con Guayaquil: a dos horas y media por tierra pues las vías están en perfecto estado.
En Manta existen 35 edificios con 400 apartamentos. Hay 600 viviendas en 40 conjuntos habitacionales En Bahía de Caráquez son 36 edificios 420 apartamentos. El puente Los Caras es uno de los principales atractivos.