El amarillo es otra opción de decoración para el nuevo año

La pared divisoria amarilla marca el espacio. Foto: Cortesía MKM

La pared divisoria amarilla marca el espacio. Foto: Cortesía MKM

La pared divisoria amarilla marca el espacio. Foto: Cortesía MKM

En el imaginario popular ecuatoriano -y de muchas otras naciones-, el amarillo es sinónimo de buena suerte, de energías positivas, de caminos abiertos.

Por esa razón, es común recibir al Año Nuevo estrenando ropa y accesorios. Las provisiones de medias, interiores y otras prendas de vestir se esfuman rápidamente de las perchas de las tiendas.

Y aunque no sucede exactamente así con la decoración y el mobiliario, explica el diseñador industrial Rodney Verdezoto, el amarillo es uno de los cuatro colores tendencia en los últimos tiempos. Su importancia junto al verde, naranja y celeste está enfocado en la realidad actual.

El verde evoca la naturaleza, el naranja la tierra, el celeste el cielo y el amarillo el sol. El amarillo es cálido y, por lo tanto, estimulante, alegre y excitante. Denota alegría y puede utilizarse para demostrar poder, arrogancia, buen humor y voluntad. Es un color estimulante de los centros nerviosos, muy aplicado para activar las papilas gustativas y la sensación de hambre, sostiene Verdezoto.

“Por esto McDonald’s, Burguer King y otras marcas de comida lo utilizan”. En el diseño interior se utiliza el color con un objetivo específico, pensando en cuál es el efecto que queremos producir, afirma la Arq. May Vizuete, de MKM Arquitectos.

“El color amarillo se relaciona con la creatividad y la comunicación. Es el color de la luz del sol, actúa como un energizante positivo y genera calor. Es frecuentemente utilizado en salas de estar. Se lo utiliza en su color puro o en los colores ­basados en su gama, que son tonalidades más neutras”.

Dependiendo del material de correspondencia, como el granito o la piedra (matices más oscuros), aporta seriedad y elegancia.
Para Ana María Hanze de Doumet, gerenta de Amha Design de Guayaquil, el amarillo -como el dorado- son muy versátiles; son unisex, adaptables a cualquier tipo de ambiente y habitación porque no tienen limitaciones.

“Es el acento en color que más me gusta aplicar, por el estilo de decoración que empleo al crear espacios sobrios con un toque de alegría”.

El uso de este color en la decoración, bien sea en la ciudad, casa de campo o de playa, reflejan algunas situaciones de nuestra vida cotidiana, valora Hanze. “En el hogar, es el sol que nos refleja; en el campo, el color de la tierra; y en la playa, los atardeceres iluminados”.

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