El problema viene después: cuando se trata de ordenar las compras semanales o las nuevas ollas de pyrex que le brillaron el ojo y no tuvo más remedio que… llevarse para la casa.
¿Dónde poner tantos utensilios, ahora que los espacios de las cocinas se reducen cada día? La solución no es tan difícil como parece y pasa por la adopción de un mobiliario hecho a la medida del caso: las alacenas.
Las alacenas son las aliadas indiscutibles del orden y la limpieza, afirma el diseñador industrial Rodney Verdezoto. Con una adición más, los modelos actuales no solo sirven para guardar sino también para realzar la decoración.
Las alacenas de hoy, que se dividen en muebles altos y bajos, son útiles y estéticas y se adaptan a todo espacio, desde un pequeño recoveco hasta una gran superficie.
Los muebles bajos, llamados así porque se ubican debajo del mesón, son ideales para guardar ollas, sartenes, bandejas y, en el caso de las bodegas, hasta trapeadores y escobas. Son de profundidad estándar (50 cm) y se elaboran según cada necesidad.
Los muebles altos o alacenas propiamente dichas son las que se encuentran suspendidas o ubicadas a 1,46 m de altura, es decir a 60 cm del mesón. Esta medida no es gratuita y viene dada por el alto de los cielos rasos, aproximadamente 2,60 m.
En las alacenas se guarda todo tipo de elementos, entre los que se encuentran frascos, botellas, paquetes de comida y hasta adornos; en síntesis, son despenseros.
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