Es el punto de referencia para los propietarios de hoteles, de recién casados y de las familias que desean decorar su hogar. La tienda se llama Dkasa y oferta lo último en adornos para interiores.
“En Santo Domingo hay dos estilos de productos más demandados, según el tipo de cliente”, dice la propietaria Alexandra Méndez. “A la gente de la Costa le gusta los colores más llamativos, mientras que a la de la Sierra, las tonalidades opacas”.
Los primeros, a la hora de adornar su mesa de centro, por ejemplo, prefieren figuras minimalistas, abstractas, sin brillo. Que no tengan formas definidas, pero que sean agradables a la vista. Adornos hechos de cristal, madera y polirresina. Este último material es elaborado con base de resina.Es parecido a la porcelana y se usa, generalmente, para la elaboración de estatuillas y muebles decorativos.
Las personas de la Sierra apuntan más a los diseños clásicos, hechos de madera, piedra y también polirresina. Los adornos que buscan tienen líneas definidas; son cuadrados, rectángulos, pirámides, círculos.
Dkasa ofrece series, no solo para la mesa de centro sino también para el resto de espacios que requieren de un detalle que haga al hogar más estilizado. Para las casas ubicadas en la playa, Méndez asegura que se recomienda los floreros de cristal, con tonalidades azules.
“La transparencia del vidrio irradia la paz que las personas sienten al colocarse frente al mar”, señala. Para los veladores, mesones recibidores o ‘sobrechimeneas’ recomienda jarrones alargados, también celestes de cristal, para que hagan juego. Los artículos pueden comprarse por separado y su costo varía entre USD 25 y USD 30, según su tamaño y forma.
Si se desea comprar el juego de artículos para la casa, el precio sube a USD 200 y hay espacio para descuentos y regateos.
Las casas que están situadas en el campo, en cambio, deben tener otro tipo de adornos. Más rústicas, como lo explica la propietaria de Dkasa.
Se pueden colocar figuras que evoquen la vegetación del entorno, como pequeños árboles, ramas y hojas talladas en madera de laurel. Los juegos, que incluyen candelabros con velas para colocarlas sobre la chimenea, cuestan hasta USD 200.
Las figuras para ciudades como Santo Domingo, donde hay un clima tropical húmedo, deben ser coloreadas con pinturas sintéticas. “Si se utiliza otro tipo, la humedad se encarga de destruir el adorno”, refiere Méndez.
También las figuras de frutas grandes, como manzanas y peras, pero ya no de colores naturales como tradicionalmente se demandaba. Ahora, explica Méndez, la tendencia es adquirir figuras grandes y de colores plata, aluminio o doradas.
“Estos artículos quedan muy bien en las nuevas casas que tienen mesones amplios y descubiertos hacia la sala, desde donde los invitados observan”, señala la propietaria de Dkasa.
Las manzanas gigantes cuestan, en promedio, USD 9. Pueden combinarse con floreros para espigas y bandejas también de color plata o dorado.