Más manos retiran la basura de la playa

El Playatón es una propuesta del Ministerio del Ambiente, que reúne voluntarios para cuidar los balnearios del país

El mar puede arrojar las cosas más insólitas, como el brazo escuálido de una muñeca de hule. Paula Ycaza lo encontró en General Villamil, el balneario más concurrido de Guayas. Y se le ocurrió incluirlo en un mosaico de desechos.
Sobre un pedazo de tabla pegó algunos trozos de tapillas azules para crear olas, otros amarillos para el sol y algunos para dar forma a aves marinas. “Esto es lo que le hacemos al océano; nosotros somos esa mano de plástico que se hunde en un mar de basura”.
Durante los 36 años de su vida, esta guayaquileña ha recopilado los desperdicios que otros olvidan en la playa. Incluso los ha hallado mar adentro, navegando junto a las tortugas que ha visto mientras practica stand up paddle (deporte sobre una tabla impulsada por un remo).
Ese vínculo con el mar la llevó a consolidar Mi playa limpia, iniciativa que crea conciencia a través de Instagram y Facebook. Las fotografías también se exhiben en las estaciones nómadas que arma en cada jornada de limpieza.
“Es como si un camión de basura depositara cada minuto sus desperdicios en el mar. Para el 2030 serán dos y para el 2050, cuatro. Debemos borrar esa huella”.
Globalmente, la limpieza de playas convoca cada vez a más voluntarios. Ocean Conservancy movilizó el año pasado a 561 890 voluntarios, quienes recolectaron 16,2 millones de toneladas de basura, incluidos USD 1 680 en billetes.
Desde el 2010, Ecuador es parte de esta campaña a través del Playatón, una propuesta del Ministerio del Ambiente. Son mingas simultáneas que el año anterior reunieron a 34 609 voluntarios y 339 927,98 libras de residuos.
El sábado de Carnaval, en la primera de tres mingas que se harán en 2016, se unieron 16 000 voluntarios y recopilaron 21 057 kg de basura.
Steven Loor y otros jóvenes son integrantes de Juntos por la naturaleza. Usualmente recorren General Villamil para el monitoreo de la tortuga verde y de especies de aves marinas.
Pero el sábado llenaron cuatro sacos con desperdicios que hallaron a lo largo de 14 kilómetros. “Antes ya hemos encontrado tortugas muertas en la orilla, asfixiadas por fundas.
Hay aves que confunden la basura con alimento y mueren. Nuestra imprudencia está matando a las especies”, contó Steven.
Borrar esa huella negativa e imprimir otra positiva es el reto que se planteó la guayaquileña Isabel Romero, quien vive en un velero junto a su esposo. Así han recorrido playas del Caribe, promoviendo su cuidado.
Esta amante del surf vivió por muchos años en Australia; pero al regresar a Ecuador, en el 2013, la suciedad de ciertas playas le causó depresión.
Isabel creó Mingas por el mar, proyecto que incentiva a niños y adultos a emprender jornadas de limpieza y reciclaje. “Queremos que más gente conozca que el 80% de la basura que llega a las playas proviene de ciudades”.