No se requiere de implementos complicados o de grandes inversiones para crear un huerto. Foto: cortesía Yo Siembro.
Los huertos caseros o urbanos se encuentran entre los pasatiempos que más están ganando interés. En ese campo hay una infinidad de actividades que se pueden hacer, una de ellas es la de germinación de semillas para luego obtener su propia planta de vegetales o frutas. El proceso es sencillo, pero requiere de constancia y paciencia.
Claudia Salem, del proyecto Yo Siembro, explica que no se requiere de implementos complicados o de grandes inversiones ya que todo está a la mano. En la cocina están los recursos: botellas recicladas, cajas de huevos y, por supuesto, vegetales y frutas de las que se puede obtener las semillas.
La especialista explica que el primer paso es identificar un fruto de calidad, es decir, lo más fresco posible, que sea madurado en la mata sin químicos tóxicos y de producción local.
Con esto garantiza que las semillas sean también de calidad y por ende se obtenga una planta con las mismas características.
El siguiente paso es retirar las semillas. Esto se debe hacer con una cuchara pequeña o con las manos, no con cuchillo porque se puede hacer cortes y dañarla.
Es importante conocer que hay dos tipos de semilla: secas como el ají o pimiento, o recubiertas y húmedas como el tomate o pepinillo.
¿Cómo germinar?
Luego de retirar las semillas, se procede a lavarlas y secarlas. Para las semillas húmedas o recubiertas, se puede hacer un paso adicional antes del secado, que es una fermentación para que el recubrimiento de estas se diluya de forma natural.
Para ello, Salem señala que después de removerlas, se colocan en un recipiente de vidrio y se deja entre tres y cinco días en lugar fresco donde no reciba sol. Una vez pasado ese tiempo, se lavan y se colocan en una superficie plana al sol, puede ser indirecto o directo. El proceso de secado es de tres a cinco días.
Transcurrido ese proceso, se colocan en semilleros que pueden ser cualquier recipiente pequeño como cajas para huevos, rollos de papel o botellas plásticas. A estas últimas se les debe hacer perforaciones en la parte inferior para filtrar el agua.
Pero para esto se requiere una tierra con los nutrientes ideales para la germinación.
¿Cómo debe ser la tierra?
Lo ideal es conseguir compost de germinación. Se puede hacer una mezcla de 80% tierra y 20% humus.
Si no hay este material, la tierra de sembrado normal se pasa por un tamiz para que quede más fina y se añade nitrógeno. Una forma natural de obtener este nutriente es con el bagazo del café. Se coloca una cucharadita de nitrógeno por cuatro tazas de tierra.
El siguiente paso es humedecer la tierra y hacer un hoyo en el centro para ubicar las semillas, no más de tres. Se las cubre con una capa ligera tierra y luego se riega un poco más.
La especialista menciona que es clave mantener la humedad por lo menos por 10 días seguidos. Se puede regar en la mañana o tarde, hay que evitar las horas radiación alta.
Transcurrido los 10 días o más, se empezarán a ver los primeros brotes.
Un indicador para saber el momento para trasplantar la planta es cuando esta tiene aproximadamente 15 centímetros de alto y dos o más sets de hoja.
Consejo
Antes de iniciar con el sembrado, se puede hacer una prueba de germinación que consiste en ubicar la semilla entre dos algodones mojados, como los antiguos proyectos de escuela. La clave está en mantener la humedad entre ocho y diez días. Al ver los primeros brotes, están listas para llevar al semillero.