Los propietarios de bares y discotecas de Quito creen que se pueden encontrar mejores salidas a la restricción en la venta de licores. Por eso insisten en reunirse con los ministros de Turismo y Gobierno para presentar sus propuestas.
Con sus planteamientos -según Andrés Camacho, presidente de la Asociación Plaza Foch- buscan evitar pérdidas. Conforme al acuerdo entre los ministerios de Gobierno y de Turismo, en los bares y discotecas se podrá expender licores solo hasta las 02:00.
Camacho calculó un 40% de reducción en las ventas en sus dos locales, el fin de semana pasado, en relación con los anteriores.
Por eso, los miembros de la Asociación de Bares, Restaurantes y Discotecas de Quito, que agrupa a unos 50 establecimientos, elaboraron un documento de ocho puntos. Estos en relación con el acuerdo interministerial 1470.
Galo Benítez, dueño de El Aguijón Centro Cultural, en el centronorte, considera que se trata de una medida demagógica, aparte de ambigua y que nunca fue explicada a la comunidad. “Eso hace que la gente se asuste y prefiera no acudir a los locales”.
La posición del sector es que la disposición afectará también a la imagen turística y al desarrollo del entretenimiento de la ciudad.
Los empresarios temen que la reducción de ingresos obligue a despedir a parte de su personal e incluso al cierre de sus locales.
Se solicita que se hagan cumplir las leyes ya existentes relacionadas con el consumo de alcohol. Entre estas, el control en los horarios de funcionamiento de cafés, bares y discotecas y de los puntos de expendio de licores.
Esta asociación considera que el acuerdo es muy general y de difícil aplicación. Por ejemplo, no se sabía que si la barra debe cerrar a las 02:00 y el local puede funcionar más tiempo.
Además, anota que no se diferencia a locales ilegales de aquellos que cumplen con las reglas de funcionamiento. Piden que el Municipio también controle a los locales sin autorización.
Camacho advirtió que no se trata de una protesta contra la medida, “porque no somos insensibles ante la inseguridad que vive la ciudad. No obstante, en sí no es el consumo del alcohol lo que eleva los índices de violencia, sino la falta de la aplicación de las leyes existentes como la prohibición del consumo en las calles”.
A su vez, el empresario aseguró que “no se puede culpar a los locales donde el consumo y venta de bebidas alcohólicas es controlado. En los bares y restaurantes, por medio de precios, además de los horarios, el consumo es más controlado. En un bar, por ejemplo, por los costos de los licores no es como para ir a emborracharse”.
El temor de Benítez es que la situación empeore. Reveló que desde enero del 2009, muchos locales desaparecieron y otros están riesgo. “Aparte de la inseguridad en La Mariscal y los apagones, se complicó con la subida del costo de licores en más del 35%”. Así, le preocupa que al fin de mes no tenga con qué pagar al personal.
Además de la restricción a la venta de bebidas alcohólicas, el Gobierno planea ahora prohibir “totalmente” los juegos de azar.
“Creo que los juegos de azar y el consumo de bebidas disminuyen el nivel de vida en una sociedad”, dijo ayer el Presidente de la república.”Vamos a declarar a Ecuador libre de juegos de azar”, expresó en una entrevista radial y agregó que el Ejecutivo está “preparando la reforma legal (…)”.