El descontento por el sorteo electrónico de los cupos para octavo año de básica se mantiene.
Desde el lunes pasado, en las afueras del Ministerio de Educación en Quito, se ven filas de padres de familia que reclaman plazas para sus hijos.
Agustín Gualotuña acudió ayer para preguntar las razones por las cuales su hija no logró ingresar ni en el Colegio Manuela Cañizares ni en el María Angélica Idrobo.
En una de las cinco mesas de información que ayer se ubicaron en las afueras del Ministerio, para asistir a los padres. Julio Amagua, funcionario, indicó a Gualotuña que cada alumno debía ser inscrito en un plantel cercano a su casa.Gualotuña vive en Amaguaña, lejos de los colegios en los cuales inscribió a su hija. Después de escribir sus datos en una hoja con decenas de nombres de otros padres de familia, le dijo que debía acudir a la Dirección Provincial de Educación. “Ahí le ayudarán a ubicar a su hija en un colegio”.
Amagua señaló que desde el lunes ha recibido al menos 80 personas que piden explicaciones. “Hay quienes llenaron mal las fichas, que entregaron papeletas de pago del agua falsas o que inscribieron a sus hijos en más de una ficha”, explica.
La confusión por el sorteo de cupos para las instituciones con más de 1 200 estudiantes se inició el viernes pasado. Ese día, la viceministra de Educación, Cecilia Freire, participó en el sorteo público de las plazas para los estudiantes de régimen Sierra.
De los 54 653 inscritos, 41 170 entraron al sorteo. Los nombres que se descartaron no cumplían con todos los requisitos y en algunos casos, los padres no completaron el proceso: no acudieron a cada plantel con los documentos.
A través del sistema electrónico se asignaron 25 439 cupos en colegios fiscales de la Sierra.
La Viceministra anotó que los estudiantes que no obtuvieron un cupo en ningún colegio de su preferencia tienen asegurado un lugar en otra institución con menos de 1 200 alumnos, que esté cerca de su sector. Entre los planteles sorteados todavía hay algunos que tienen cupos disponibles.
La ministra de Educación, Gloria Vidal, también hizo ayer una afirmación en ese sentido, pues dijo que sí hay cupos en otros planteles para quienes no fueron favorecidos en el sorteo.
Susana Mera inscribió a su hija en los colegios Simón Bolívar, Eugenio Espejo y María Angélica Idrobo. Ayer acudió a la Dirección Provincial de Educación para saber si podía conseguir un cupo. Pero, en esos planteles ya llenaron las plazas y tendrá que buscar otra institución. Le dijeron que debe acercarse a la Unidad Territorial más cercana a su vivienda.
Pero Mera no se conforma. Ella quería que su hija esté en un colegio con mayor prestigio. Además, señala, su otra hija estudia en el Simón Bolívar “y esperaba que estén en el mismo colegio”.
La demanda en planteles como el Colegio Nacional Mejía, superó en casi seis veces la oferta. El Ministerio no pudo complacer a todos. En ese colegio, por ejemplo, se ofrecieron 600 cupos pero se recibieron 3 500 solicitudes.