Charles Bradley puso en trance a un Teatro Sucre repleto

Presentación de Charles Bradley por el Ecuador Jazz 2015. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Presentación de Charles Bradley por el Ecuador Jazz 2015. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Presentación de Charles Bradley en el Teatro Nacional Sucre en el Centro de Quito. El Ecuador Jazz 2015 se presentará hasta el 8 de marzo en la capital. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Bien podría haber sido un culto religioso extremo, de esos en que los asistentes convulsionan, y el predicador parece comunicarse en línea directa con el cielo. Pero era un concierto; uno en el que Charles Bradley, “the one and only”, mandaba con su voz y la cadencia imposible de su elástico cuerpo que parece no saber que tiene casi 70 años; uno en el que el público deliraba, de pie, en trance, al ritmo del soul interpretado por uno de sus máximos exponentes.

Lo que viene pasando en el Ecuador Jazz desde el jueves 26 de febrero es cosa seria. Primero fue la presentación indescriptible, por maravillosa, de Cassandra Wilson. Y ayer, sábado 28 de febrero del 2015, Bradley regaló a Quito un espectáculo difícil de igualar.

Charles Bradley & his Extraordinaries pusieron la música a otro nivel con interpretaciones limpias, llevadas al extremo desde un virtuosismo sin aspavientos, que hacía que todo sonara como debe sonar la entrada, con bombos y platillos, al Paraíso.

Presentación de Charles Bradley por el Ecuador Jazz 2015. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

El histrionismo y carisma de Bradley –un hombre muy pobre devenido en super estrella del soul cuando ya había pasado los 50 años– merecen un capítulo aparte. Sí, su voz es endemoniadamente especial: ronca, profunda, perfecta; pero su forma de estar en el escenario, las cosas que dice (estilo predicador, capaz de convertir al más ateo), cómo se mueve y cómo está vestido hacen que verlo en acción sea un deleite.

Con sus temas estrella, con los que está recorriendo el mundo, luego de haber triunfado en Estados Unidos, Bradley fue capaz de mantener en permanente movimiento, durante casi dos horas, a un público que desbordó el teatro. Al final, después de haber dado todo su amor, en repetidas ocasiones entre canción y canción, a los presentes, Bradley recorrió la platea con un arreglo floral y la gente se abalanzaba para tomar una flor o un pedazo de follaje. Antes, “the one and only”, como lo presenta uno de sus Extraodinarios siempre que va a salir a escena, ya se había abrazado y besado con la gente de las filas delanteras.

Lo dicho: Ecuador Jazz está provocando situaciones muy especiales en su edición 2015. Ayer se sumó una más, con un espectáculo muy difícil de igualar, música sublime y cerca de mil almas en trance bajo el mando del “king of the soul”, Mr. Charles Bradley.

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