En Chinihuayco las truchas alcanzan un gran tamaño y se comercializan en Riobamba.
Foto: Cortesía GADP Chimborazo
En el agua cristalina que fluye de las vertientes de la comunidad Llio, situada en los páramos, a 40 minutos de Alausí, se desarrollan más de 20 000 truchas. Una asociación comunitaria se formó para administrar el emprendimiento.
“Aquí las truchas alcanzan un gran tamaño. Nos beneficia la altura de la comunidad (3400 metros), el clima y el agua que constantemente está fluyendo”, cuenta Marcelino Pilamunga, representante de la comunidad.
Allí viven 22 familias y antes de incursionar en la piscicultura, todos se dedicaban a la ganadería y a la agricultura.
“Nos animamos a buscar nuevos ingresos porque empezamos a tener dificultades con la leche. Los precios cada vez son más bajos y los intermediarios que compran a veces no cumplen con los pagos”, cuenta Pilamunga.
Las truchas, en cambio, tienen una buena acogida en el mercado y el precio de USD 5 por kilo se mantiene fijo. La producción de la comunidad es de 30 kilos por semana.
Los pescados se comercializan en la feria de emprendimientos que organiza el Gobierno Provincial cada viernes. También se distribuyen a restaurantes y almacenes de cárnicos de Alausí, Guamote, Charicando, Chunchi y otras zonas que hacen pedidos al menos una vez al mes.
“Hemos tenido mucho éxito con los proyectos piscícolas. Hay una alta demanda en el mercado y se han convertido en una excelente alternativa económica para las comunidades de Chimborazo”, dice Beliza Álvarez, directora de la Unidad de Emprendimientos del Gobierno Provincial.
Esa entidad capacitó y entregó insumos a los comuneros de Llio para iniciar con el emprendimiento comunitario en el 2015 y analizan la opción de iniciar un emprendimiento en la comunidad Chinihuayco.
Para Hernán Pilco, técnico de Fomento Productivo, los páramos de Alausí están en una zona privilegiada por la abundancia de agua y la poca contaminación. “Nuestra propuesta está relacionada con la soberanía alimentaria. La idea es que las truchas se usen para la alimentación de la gente y su excedente pueden comercializar. La trucha tiene un amplio mercado”, dice Pilco.
Los proyectos piscícolas empezaron a implementarse en Chimborazo en el 2013. Desde entonces el Gobierno Provincial ha capacitado a 29 comunidades de seis cantones, donde se fundaron los emprendimientos asociativos.
Ellos también recibieron insumos como alimentos y alevines (truchas pequeñas). Los socios se turnan para participar en las ferias de emprendimientos de los viernes.
Como contraparte del proyecto, las comunidades construyen los tanques para instalar los criaderos y adecúan un sistema de agua para que fluya constantemente.
“Estamos muy animados con el éxito que han tenido otras comunidades”, cuenta Manuel Estrada Paltán, presidente de organización Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Alta de Ozogoche.
En Chinihuayco ya tienen los sitios donde pronto empezará la construcción de los tanques para las truchas, también se están capacitando.