Entre montañas y valles, Bivona está ubicado en el corazón de la isla más grande del Mediterráneo, en Italia. Foto: Twitter @jamespechs
En el corazón de la isla meridional de Sicilia, en Italia, se levanta Bivona, un pueblo que decidió disminuir las restricciones y ofrecer bonificaciones fiscales a todo aquel que esté dispuesto a pagar USD 1,10 para adquirir una casa y comprometerse a rescatarla de las ‘ruinas’.
La oferta de las autoridades de Bivona se debe a un objetivo: recuperar la grandeza de la localidad que, en la época del Renacimiento, logró albergar a cerca de 8 000 personas. Entonces, la propuesta se basa en restaurar la ciudad como lucía en su apogeo en el siglo XVI.
Angela Cannizaro, concejala cultural de Bivona, dialogó con la cadena internacional CNN y relató que desde 1980, la población se redujo a la mitad, pues ahora solo 3 800 residentes habitan en el lugar.
De ahí germinó la idea de ofrecer acuerdos de residencia. La obligación del comprador también es específica: reparar y restaurar la propiedad. Asimismo, los incentivos fiscales de Bivona se aplican a las personas que eligen residir permanentemente en esa localidad italiana.
Entre montañas y valles, Bivona está ubicado en el corazón de la isla más grande del Mediterráneo, en Italia. Foto: Twitter Angela Cannizaro
Pero Bivona también tiene competencia. Pueblos con parajes de ensueño como La Toscana, Palermo, Mussomeli, Cammarata, Lacia también venden viviendas antiguas a precios similares para que la despoblación no los extinga. Frente a ello, la edil Cannizzaro resaltó que, además del atractivo bucólico de su ubicación remota, la ciudad a la que representa permite beneficios como una vida más barata y fácil a largo plazo.
Por ejemplo, dice Cannizzaro, las comunidades sicilianas de Mussomeli y Cammarata exigen a los compradores de las viviendas de USD 1 que consigan USD 5 500 como depósito. Esa cantidad sería reembolsable si el nuevo propietario comienza las renovaciones dentro de tres años.
Bivona, en cambio, solicita una ‘fianza’ de USD 2 750 y está extendiendo el período de renovación obligatorio a cuatro años.
Cannizzaro aseguró que la renovación puede comenzar un año después de que se otorguen todos los permisos de construcción y debe complementarse dentro de los siguientes tres. Asimismo, el Gobierno local ofrece “bonificaciones fiscales atractivas” para aquellos que decidan “establecerse y realmente mudarse aquí”, afirmó la concejala.