La carne ya no es el ingrediente esencial para preparar una hamburguesa. Al menos así lo conciben en la cocina del MansoMix, un restaurante del centro de Guayaquil que ofrece una alternativa de comida rápida con un toque vegetariano.
fakeFCKRemoveEn la receta, el filete rojizo es reemplazado por quinua, lentejas o soya. La chef Rosi Villacrés tiene el secreto: no solo importa el sabor, sino que también sea saludable. “Aquí todo es natural. Los sabores surgen de los vegetales, como la cebolla. Hacemos un buen refrito”.
Con una cubierta crocante de pan integral, en medio de pedazos de lechuga orgánica y un poco de tomate y aguacate saliendo por los bordes, resalta la hamburguesa de lenteja.
Su sabor no le pide favores a la carne. Es suave, con un tenue gusto a cebolla y a ajo. Su combinación con soya le da consistencia. “También tiene salsa de yogur y al pesto (albahaca), que realza su sabor”, dice Villacrés.
Para aquellos que no son vegetarianos al 100% también hay alternativas. Las hamburguesas de camarón con aceitunas y de filetes de atún llenan las mesas del MansoMix, ubicado en Malecón y Aguirre.
En las ensaladas, una de las favoritas es la de quinua, mezclada con vegetales y manzana. Esta puede ir acompañada con un jugo de piña y albahaca.
Los sánduches también tienen ese toque vegetariano. Los hay de garbanzos, de berenjenas cocidas en estofado, todos con aderezo de salsa verde.
Los postres, asimismo, se incluyen en la cartilla vegetariana. La harina integral es el ingrediente fundamental. El strudel, un enrollado con frutas frescas y secas, los negritos de chocolate orgánico, los creps rellenos con vegetales y el cheesecake de piña con coco son algunos ejemplos.
“La idea es que la gente poco a poco se acople a un estilo de vida sano, porque todo lo que comemos influye en nuestro ánimo, en nuestro espíritu”, comenta la chef Villacrés.
Esa es casi una doctrina. Y la libanesa Ghada Juez la sigue al pie de la letra en su restaurante Deli-Sw Ami, situado en Padre Solano y Boyacá, en el centro.
Por más de 16 años ella ha practicado el vegetarianismo y ahora lo transmite a sus visitantes, quienes antes de almorzar optan por las empanadas árabes como piqueo.
En el interior de la suave masa de pan árabe se esconde una mezcla picante, con trocitos de pimiento, tomate, cebolla y carne, pero de soya. Otras son con relleno de acelga.
El color y los sabores de las comidas son la combinación esencial en las recetas de Ghada. “Toda comida sana debe tener los cinco colores: rojo, amarillo, verde, negro y blanco. Es igual a tener los cinco sabores: amargo, ácido, dulce, salado y picante”.
Su teoría se resume en el ‘musakaa’. Este plato árabe es una especie de guiso de berenjena con garbanzos, veteraba al vapor y ensalada fresca de lechuga y tomate.
Estefanía Aumala optó por saborear el platillo. La joven de 26 años es vegetariana y asegura que, ahora, la oferta de comida de ese tipo en la ciudad poco a poco se vuelve más variada. “Ser vegetariano es ser creativo. No solo comemos ensaladas; con soya y gluten (harina de trigo) se pueden hacer muchos platos”.
En el local Mr. Queen, un restaurante vegetariano del centro comercial Plaza La Garzota, en el norte, la soya se prepara al estilo ‘fast food’. En el rótulo del menú resaltan las alternativas: hamburguesas, hot dogs, albóndigas, filete de pescado, todo de soya.
Iris Kuo, administradora del local, explica que todo se elabora con vegetales frescos. La salchicha del hot dog es 100% de soya, pero su gusto no se aleja del embutido común.
El sushi vegetariano es uno de los platos más pedidos. Los rollitos de arroz y algas se rellenan con zanahoria, espárragos, pepinos y jamón de soya. Una alternativa natural para disfrutar con palillos.