Los platillos a base de carne deben pasar por una cocción en agua, a la plancha o al horno. Fotos: Ingimage y Pexels
La pandemia y los problemas económicos han obligado a muchas familias a buscar opciones de bajo costo para alimentar a sus mascotas. Si bien las comidas secas o mojadas previamente preparadas suelen ser las más recomendadas, existen alternativas caseras por las que se pueden optar para una nutrición balanceada.
La médica Paulina Torres aclara que es importante tomar en cuenta que no se sugiere, en ningún caso, combinar la comida procesada, ya sea seca o húmeda, con una opción casera. Explica que la diferencia radica en que las dos primeras son digeridas más lentamente por el organismo del perro, por lo que mezclarla con la otra podría causar problemas estomacales como diarrea o gases.
Si la economía familiar no alcanza para alimentar exclusivamente con productos procesados, la especialista sugiere que el dueño hable con su veterinario para conocer qué tipos de comida puede ingerir el animal. La raza, la actividad diaria y las enfermedades preexistentes son factores que inciden para que el perro no pueda ingerir, por ejemplo, harinas, pescado, sal, ciertos tipos de carnes, vegetales, huevos u otros.
Alimentos que pueden incluirse en la dieta. Las carnes rojas, blancas y el pescado deben estar en un 70% por en el plato. A eso se añaden vegetales como el tomate, espinaca, zanahoria, pequeñas porciones de arroz o cereales y también huesos duros y cartílagos.
Un ejemplo de cómo podría estar compuesto el plato casero sería de un 70% carne de músculo, 10% de hueso o cartílago, 7% de cierto tipo de vegetales, 5% de hígado, 5% de menudencias, 2% de semillas o cereales, 1% de fruta.
Francisco Cabrera, decano de la Escuela de Veterinaria de la Universidad San Francisco de Quito, señala que el período de transición hacia la comida casera debe realizarse en una franja de dos semanas y de manera progresiva.
La comida no debe servirse hirviendo sino tibia o a temperatura ambiente. Es enfático en que la preparación casera debe tener una mayor cantidad de proteína animal (carnes rojas, blancas o pescado) y una dosis muy baja de cereales. De preferencia se dará la comida en la noche.
Cosas prohibidas en la dieta. El xilitol (presente en ciertos dulces) y la teobromina (chocolate) son dañinos en cualquier dosis. Entre los efectos comprobados en perros está la hipoglucemia, problemas de respiración, hígado graso, entre otros.
Las preparaciones en casa
Por el cambio de estación, en estos días puede optar por alimentos como galletas hechas con carne molida, harina y huevo. Esta preparación va al horno por aproximadamente 15 minutos.
Los premios hechos con los restos del pollo y un poco de pellejo son ideales como un estímulo para entrenamiento. De preferencia puede ser una pechuga a lo largo de una semana.
Los bocaditos pueden hacerse con una mezcla de atún enlatado (mejor si en agua) y sobras de pan y huevos. Se inserta en el horno por 10 minutos o hasta que se vea que tiene una textura dura.
Las porciones de comida de un perro adulto no deben superar el 4% de su peso ideal, según el nivel de actividad. En cachorros, la comida casera debe ser desde la octava semana.