Los comediantes apuestan por el mercado editorial para dar a conocer las más hilarantes ocurrencias de sus repertorios. Foto: Cortesía
Aquella noche de romance del 2015 era la perfecta para el comediante Ross Asdourian. La chicha soñada, el momento ideal y unas copas de más eran el trípode de su fórmula para el éxito en esa ocasión. Pero ya en el momento mismo de la intimidad, todo se convirtió en un desastre: sufrió una ruptura del pene. Las locuras que sobrevinieron luego de esta fractura las cuenta con bastante humor en el libro ‘Broken Bananah’, en donde el humorista mantiene el toque personal que lo ha llevado a los escenarios para hacer reí a carcajadas al público.
La historia de Asdourian se ha sumado a un mercado que está empezando a ser explotado por los comediantes: los libros. Al igual que él, otros ‘standuperos’ apuestan por llevar sus anécdotas más descabelladas hacia el papel, en una forma de exploración del público que quiere verlos más allá de un escenario o de sitios como YouTube o Netflix.
Muestra de este movimiento editorial humorístico es ‘Un libro para ellas’, en el cual la británica Bridget Christie narra las vivencias personales que la llevaron a ver que la comedia es, efectivamente, un medio para hacer una crítica social, aunque no deja de lado sus más refinados comentarios en torno al feminismo exacerbado, la literatura y la dictadura de los cuerpos perfectos.
Cuando aquí se habla de libros de comediantes hay que hablar de que no todos están llenos de enormes y largos textos para leer. Al igual que lo hacen en sus shows, muchos de ellos apuestan por imágenes que sean alusivas a las historias que quieren narrar. Y, tal vez, el mejor ejemplo de esto es la publicación de David Suárez, quien en agonía infinita recopila una serie de memes que muestran a personajes de lo más jocosos en situaciones extremadamente cómicas.
A los relatos propios también se unen historias fantásticas que los expertos en el humor quieren mostrar a sus seguidores. Este es el caso de la comediante argentina Magalí Tajes, quien en ‘Arde la vida’ presenta relatos autobiográficos y cuentos en los que se entremezclan sus anécdotas junto con los universos oníricos que quisieran vivir.
Como buenos expertos en criticar los sistemas, existen comediantes que utilizan el humor como una herramienta para realizar cuestionamientos a ciertas situaciones. En ‘Enfermos de modernidad’, de Claudia Panno, se puede encontrar esta visión del mundo. Allí, la humorista habla abiertamente de los miedos que provoca la tecnología o los problemas de comunicación que todavía persisten ahora.