Las autoridades municipales de Cali decidieron reducir el daño que sufren los adictos a la heroína entregándoles kits higiénicos gratuitos para disminuir el contagio de enfermedades por compartir jeringas. Foto: AFP.
Según el más reciente informe nacional sobre consumo de sustancias psicoactivas, publicado en 2014, el consumo de heroína en Colombia presenta un importante aumento “desde hace algunos años”.
Colombia es el primer productor mundial de hoja de coca, también cultiva desde hace décadas la amapola, fuente de la heroína. Y en Cali, al oeste del país, es fácil conseguirla porque crece a pocos kilómetros.
Gran disponibilidad, bajos precios y alta pureza han contribuido a disparar el número de heroinómanos en Medellín, explica Julián Quintero, coordinador de la Corporación Acción Técnica Social (ATS) , una ONG que busca mitigar los riesgos que conlleva el consumo.
Por eso, desde principios de enero Cali, como primero Pereira (centro) y luego Bogotá, apuesta a la reducción del daño, entregando a los adictos kits higiénicos gratuitos para disminuir el contagio de enfermedades por compartir jeringas.
“Estamos atendiendo a 90 personas diarias, se entregan entre 500 y 800 kits semanalmente” , explica Alexander Durán, secretario de Salud de Cali. Cada adicto recibe una jeringa, una banda elástica, un filtro, un quemador, agua, una toallita de alcohol y una curita.
Las autoridades muicipales de Cali entregan a las personas jeringas y agujas esterilizadas. Foto: AFP.
Silvia tiene 30 años y lleva la mitad de su vida entregada a la heroína. Vive en Cali, la ciudad colombiana que registra el mayor consumo de esta droga y donde los adictos se inician a más temprana edad.
“He llegado a tardarme hasta seis horas tratando de encontrarme una vena. Es muy duro cuando tengo el cólico, el desespero no me deja ni mover las piernas, mucho menos hablar” , dice en un cuarto en el barrio Sucre de Cali, mientras mueve una aguja en su brazo intentando meter la droga en su torrente sanguíneo.
Cada adicto recibe una jeringa, una banda elástica, un filtro, un quemador, agua, una toallita de alcohol y una curita. Foto: AFP.
Ella es una de las beneficiarias del programa operado por ATS con apoyo de la internacional Open Society Foundations, fundada por el magnate George Soros.
Quintero explica que la idea no es fomentar “el consumo de heroína. Prevenimos la transmisión de VIH, la hepatitis y también la sobredosis.
En Bogotá, el gramo de heroína vale USD 12 dólares , en Cali, menos de USD 6 y la calidad es más alta.