La Coalición de Mujeres busca que la Asamblea Nacional tramite el proyecto de ley que consta de 19 páginas. Foto: Twitter @EcMujeres
La Coalición Nacional de Mujeres del Ecuador presentó el 18 de julio del 2017 el proyecto de Ley Orgánica Integral por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia en la Universidad Salesiana de Quito. El colectivo, además, adjuntó 27 000 firmas que reunieron para respaldar el documento.
La presentación del proyecto se realizó en el inicio de la denominada Cruzada Nacional contra la Violencia a las Mujeres cuyo objetivo es lograr que la Asamblea Nacional tramite el proyecto de ley, que consta de 19 páginas y que fue elaborado desde el 2014 con la participación de los familiares de las víctimas.
Rocío Rosero, representante de la Coalición, señaló que “estamos convencidas que no es posible una democracia que ignore los intereses de la mitad de la población. Estamos absolutamente convencidas de que la integridad física, sicológica y sexual de las mujeres es un capital básico del desarrollo económico de nuestra nación, por eso decimos nosotros que el tema de la erradicación de la violencia debe ser una cuestión de Estado, una prioridad nacional que nos debe convocar a la unidad”.
Entre los artículos que contiene el proyecto de ley se destaca los tipos y ámbitos de violencia: Entre los tipos de violencia se detalla la física, sexual, psicológica, económica y patrimonial y simbólica. Respecto a los ámbitos de violencia están el intrafamiliar, institucional, político, laboral, educativa, contra la libertad reproductiva, obstétrica y mediática.
Según el Ministerio del Interior, los índices de femicidios se duplicaron en el Ecuador. Ayer, 18 de julio, César Navas, titular de esa Cartera de Estado, señaló que en el 2016 se reportaron 80 casos de femicidio a escala nacional y alertó que entre enero y junio del 2017 ya se han registrado 63 muertes por femicidio, por lo que se estima que se supere el número de casos denunciados durante todo el 2016.
De su parte, la Comisión Ecuménica de DD.HH. advierte que detrás de las víctimas hay “agresiones extremas”: son estranguladas, decapitadas, mutiladas y agredidas sexualmente. O son maltratadas incluso después de morir.