Los clubes de lectura siguen vigorosos, con soporte virtual

Palabra Lab mantiene abiertos cuatro clubes de lectura en formato virtual. Hay personas que se conectan desde otras provincias y desde el exterior.

Palabra Lab mantiene abiertos cuatro clubes de lectura en formato virtual. Hay personas que se conectan desde otras provincias y desde el exterior.

Palabra Lab mantiene abiertos cuatro clubes de lectura en formato virtual. Hay personas que se conectan desde otras provincias y desde el exterior. Foto: Cortesía

La pandemia no ha impedido que los viernes por la noche, los miembros del club de lectura del Fondo de Cultura Económica se reúnan para conversar sobre la lectura de la semana. A través de sesiones de Zoom han mantenido una serie de debates, a los que cada vez se han sumado más personas.

Iván Rodrigo, director de esta iniciativa, cuenta que compartir las imágenes de las reuniones en redes sociales ha llamado la atención de personas que incluso están fuera del país y solicitan unirse.

Este club mantiene una dinámica de trabajo simple. Cada semana se elige un libro, todos los integrantes tienen la libertad de sugerir una lectura; y los viernes, a las 18:30, se reúnen para compartir sus reflexiones. Hoy, por ejemplo, su encuentro girará alrededor de ‘Seda’, del autor italiano Alessandro Baricco.

Una de las cosas que ha notado Rodrigo es que el formato virtual ha servido para que se incremente la participación de las personas, que antes compartían su opinión de forma esporádica. Además, han sumado lecturas que se consiguen en formato digital.

Durante la pandemia los clubes de lectura virtuales de Palabra Lab han servido como un espacio para que la gente se sienta acompañada.

Adelaida Jaramillo, directora del proyecto, cuenta que durante las semanas más críticas de la crisis sanitaria en Guayaquil, el club sirvió para que las personas se olviden, por unas horas, de la dura realidad que se estaba viviendo.

Jaramillo destaca que la virtualidad ha permitido que gente que vive fuera de Guayaquil y Samborondón se sume a las reuniones. “Actualmente tenemos cuatro clubes y en ellos hay personas que se conectan desde ciudades como Quito y Loja, o el exterior. Eso es interesante porque se enriquece el debate sobre el libro que estamos leyendo”.

En relación a la dinámica de las reuniones, en las que hay en promedio 20 personas, cuenta que tuvo que hacer varios ajustes para la versión virtual. Los encuentros tienen dos momentos: uno destinado a escuchar los comentarios del libro seleccionado y otro a un análisis especializado de la obra.

Otro de los clubes de libros que ha logrado mantener sus reuniones a través de un formato virtual es Seshats. Está integrado por un grupo de mujeres, con distintas profesiones, que comparten su amor por la lectura y que desde hace seis años se plantearon el reto de leer un libro cada mes.

Para Gabriela Dueñas, una de las coordinadoras, las reuniones virtuales son una buena alternativa, pero nunca reemplazarán a los encuentros físicos, donde las conversaciones literarias se extendían de forma indefinida.

Esta lectora agrega que uno de sus objetivos es expandir la comunidad de lectores en la ciudad. “Decidimos interactuar más a través de nuestra cuenta de Instagram. Ahí estamos compartiendo imágenes y videos del libro del mes”. Esta experiencia digital le ha dado la certeza de que la gente está leyendo más durante la pandemia y que, al mismo tiempo, buscan espacios para compartir sus lecturas con otros usuarios con sus intereses.

Actividades

El Centro Cultural Casa Egüez tiene un club de lectura virtual dedicado a la ciencia ficción.

El club de lectura del Fondo de Cultura Económica se reúne todos los viernes, desde las 18:30.

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