Claves para entender el estado actual del ébola

Un miembro de Médicos Sin Fronteras se protege antes de ayudar a los enfermos con el virus de ébola en el hospital Donka. foto.Cellou Binani / AFP

Un miembro de Médicos Sin Fronteras se protege antes de ayudar a los enfermos con el virus de ébola en el hospital Donka. foto.Cellou Binani / AFP

Un miembro de Médicos Sin Fronteras se protege antes de ayudar a los enfermos con el virus de ébola en el hospital Donka. foto.Cellou Binani / AFP

El pasado 8 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el brote de enfermedad por virus del ébola en África Occidental. Constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional.

Una emergencia de salud pública precisamente se declara cuando hay casos de epidemia o pandemia. Ante estas declaraciones, es importante conocer las diferencias entre algunos términos. ¿Es el ébola una pandemia? No, en realidad es una epidemia.

Es decir, que se trata de una infección en muchas personas de una misma región geográfica al mismo tiempo. El término pandemia, en cambio, se refiere a la aparición de un nuevo virus que se extiende por varias áreas geográficas a nivel mundial, afectando a un mayor número de personas.

El virus se detectó por vez primera en 1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en Nzara (Sudán) y Yambuku (República Democrática del Congo). La aldea en que se produjo el segundo de ellos está situada cerca del río Ébola, que da nombre al virus.

La OMS recomienda a los estados que no prohíban de forma generalizada el comercio ni los viajes internacionales, aunque recomienda aplicar restricciones definidas en estas recomendaciones con respecto a los viajes de los casos de EVE y sus contactos.

Además, la organización aconseja proporcionar a quienes viajan a zonas afectadas o de alto riesgo toda la información pertinente sobre el virus. También se recomienda a los estados “estar preparados para detectar, investigar y atender casos de EVE, y ello debería incluir el acceso garantizado a laboratorios cualificados para el diagnóstico de la EVE y, cuando proceda, la capacidad para gestionar los viajeros procedentes de zonas infectadas que lleguen a los aeropuertos internacionales o a los principales pasos fronterizos terrestres con enfermedades febriles de origen desconocido”.

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