Antes de clases hay que dejar de consumir ‘snacks’

COLABORACIÓN FRESHII, foto: VICENTE COSTALES/ EL COMERCIO E INGIMAGE La Organización Mundial de la Salud recomienda el consumo de cuatro porciones de frutas al día para mantener una vida saludable.

Se acerca el inicio de clases. ¡Es hora de desintoxicar al organismo! De acuerdo con Evelyn Astudillo, nutricionista de Herbalife, en los dos meses de vacaciones muchos niños se exceden en el consumo de productos fritos y azucarados, y dejaron de lado la ingesta de frutas y vegetales. ¿El resultado? Hasta cuatro kilos de peso extra y problemas estomacales.
La especialista basa su afirmación en su experiencia. Un artículo de la revista ‘Obesity’, del 2016, la respalda. De acuerdo con ese estudio en EE.UU., investigadores observaron a más de 18 000 niños desde el inicio del ‘kindergarten’ hasta finales de segundo curso y encontraron que la tasa de sobrepeso aumentó de un 23 a un 29% en el período de vacaciones. Los investigadores también observaron que la tasa de obesidad ascendió de un 9 a un 11,5%.
Además del incremento de peso, esas sustancias se concentran en el organismo causando fatiga, cansancio, infecciones gastrointestinales.
A dos semanas de que se inicien las clases en los establecimientos de la Sierra y Amazonía, la nutricionista Michelle Alvear sugiere retomar los horarios de alimentación y en el desayuno de los niños incluir frutas y también vegetales. Se trata de un ensayo para evitar contratiempos y disgustos en septiembre.
Esos productos se desharán de los excesos derivados de la ingesta de chocolates, galletas, papas fritas, cremas y otros alimentos procesados.
Para cumplir con ese propósito es necesario que los menores dispongan de tiempo suficiente para masticar los alimentos. Solo así se obtendrán todos los nutrientes y sustancias como la fibra. Esta última está en la cáscara de la manzana y de la pera, por ejemplo, y su función es mejorar el tránsito intestinal.
En casa puede intentar con una ensalada de frutas y un sánduche de pollo desmechado con lechuga y tomate. Las opciones son variadas. Todo dependerá de su creatividad, aconseja la nutricionista Cristina Ontaneda. Si el niño se rehúsa a comer las frutas y vegetales sólidos pruebe con un jugo antes del desayuno: zanahoria con manzana verde, por ejemplo.
Esa opción le permite fusionar varios vegetales e inyectar al organismo altas dosis de micronutrientes. La lechuga contiene minerales como el calcio, fósforo, hierro, potasio; mientras que un durazno posee vitaminas A y C, ácido fólico y betacarotenos, que son un grupo de pigmentos con función antioxidante.
Astudillo recomienda cumplir con esta ‘desintoxicación’ dos veces al año: antes del inicio de clases y después de las vacaciones por Navidad y Fin de Año, cuando los niños se exceden en el consumo de comida rápida, bebidas azucaradas y ‘snacks’.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), las vitaminas y minerales aseguran una buena nutrición y contribuyen a que el cuerpo funcione adecuadamente.
Para la semana
1. Lunes: Jugo de naranja con una pizca de ajo.
2. Martes: Jugo de limón con endulzante natural.
3. Miércoles: Jugo de manzana verde con apio.
4. Jueves: Jugo de zanahoria con naranja.
5. Viernes: Jugo de manzana verde con pepinillo.
6. Sábado: Jugo de espinaca con piña.
7. Domingo: Jugo de remolacha con fresas.