Emi Rodas de Taga Insanity. Fotos: Julio Estrella/ EL COMERCIO
Aunque mover el cuerpo al ritmo de la música ayuda a quemar centenas de calorías, no basta cuando se trata de ingresar al mundo cize.
Con ese nombre se conoce a este nuevo sistema de entrenamiento que permite quemar calorías, reducir medidas y, por si fuera poco, lo hace sentir como una ‘celebrity’. Eso último sucede al ejecutar una serie de pasos que al final se fusionan y se convierten en parte de una coreografía, similares a las que realizan las estrellas pop del momento.
Esta clase ya se dicta en Taga, un centro de acondicionamiento ubicado en Tumbaco, a unos 20 minutos de Quito.
En el sitio, las clases están a cargo de Emi Rodas, instructora que consiguió su acreditación en Estados Unidos, según Andrés Bermeo, administrador de ese lugar. Allí, se dictan clases de insanity y también cuentan con certificación para impartir esas rutinas.
El cize es un sistema que ayuda, además, a coordinar movimientos, según el género musical. Esa es, precisamente, la diferencia con la bailoterapia, clase en la que el público mueve su cuerpo a su manera.
Como en todo sistema de entrenamiento, en el cize se inicia la clase con una rutina de ejercicios para calentar los músculos y evitar que durante la sesión los participantes sufran algún tipo de molestia. Al final, en cambio, se destinan entre ocho y 10 minutos al estiramiento. Así, se previene cualquier dolor muscular.
Una clase de este sistema que trabaja, sobre todo a nivel cardiovascular, dura entre 40 y 45 minutos y aunque es relativo y depende de la constitución de cada persona, se queman, como mínimo, 400 calorías.
En Taga y otros centros de acondicionamiento físico ofrecen un entrenamiento acompañado de una guía nutricional, indispensable para cumplir con los objetivos: subir, bajar o mantener las medidas.
Del mismo modo se realiza un chequeo previo para levantar una ficha y en ella ir registrando los avances. Para garantizar un cambio, a cize se lo comercializa dentro de un paquete de cuatro semanas, con clases tres veces a la semana.
Esa modalidad también se promueve en Estados Unidos, la meca de los sistemas de entrenamiento. Allí nacieron el TRK, el kroop, entre otros.
Lo único que se necesita para asistir a una clase, aclara Rodas, es actitud y olvidarse del qué dirán si ejecuto mal un paso de baile. “Aquí no hay espacio para la vergüenza”.
En esta clase, además, se necesita fuerza, ya que durante los 45 minutos, los ‘coach’ motivan a sus pupilos a continuar con la rutina y si alguien se detiene, ellos se acercan y repiten: “¡vamos, quién soy, qué, qué, ah, ah!”. Basta escuchar eso y sentir las miradas motivadoras para retomar la rutina.
La instructora aclara que al inicio muchas personas encuentran problemas para seguir los pasos, pero que con el transcurso del tiempo aprenden la técnica y cumplen con éxito la coreografía.
La música que suena en una clase de cize depende de la coreografía que se vaya a realizar, pero por lo general, suenan temas de hip-hop y pop.
Calentamiento
Es importante poner ‘a punto’ los músculos antes de iniciar la clase para evitar lesiones.
Vestimenta
Asista con ropa cómoda para ejecutar cada uno de los movimientos. De preferencia licras o shorts.
Hidratación
Tome agua antes, durante y después
de una clase de cize, así evitará los mareos y el dolor de cabeza.