Blefaroplastia, rinoplastia y abdominoplastia son las cirugías más comunes que se realizan cuando se ingresa al quirófano por salud. Foto: Pixabay
La rinoplastia y blefaroplastia (corrección de párpados) son las dos operaciones estéticas que con frecuencia se practican en el país aprovechando la entrada a un quirófano por un tema de salud. La rinoplastia, por ejemplo, se realiza después de una corrección funcional del septum nasal (desvío del tabique). ¿El objetivo? Mejorar la respiración tras un desvío, en su mayoría, traumático (golpe).
Paúl Silvers, cirujano plástico, dice que la gente aprovecha sus cirugías funcionales para realizarse las estéticas por economizar costos. Eso, porque cuando una persona ingresa al quirófano por una cirugía funcional y también se hace la estética, la cuenta la paga a medias con el seguro.“Casi es un 50 por ciento”, dice Silvers. Aclara que ningún seguro cubre una cirugía estética. Los gastos que se comparten y por los que ahorraría el paciente corresponden al uso del quirófano, asistencia de enfermeras, anestesiólogo…
La rinoplastia, junto con la cirugía funcional, cuesta alrededor de USD 2 500. El valor aumenta o baja dependiendo del hospital que seleccione el paciente y de la experiencia del cirujano plástico.
John Villegas, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética, cuenta que carecen de estadísticas que indiquen el número de personas que recurren a una rinoplastia o una blefaroplastia. Sin embargo, cuando se trata de un tema estético la liposucción es una de las cirugías más demandadas.
Silvers concuerda con su colega y añade que en la lista de las cirugías estéticas más demandadas la rinoplastia ocupa el segundo lugar, seguida de la mamoplastia (aumento o reducción) o mastopexia (levantamiento del pecho).
Según el cirujano, las mujeres suelen aprovechar el ‘2×1’ en mamoplastia o mastopexia, cuando ingresan al quirófano por la presencia de quistes que aparecen cuando se bloquean las glándulas mamarias, y que suelen aparecer con frecuencia en pacientes cuya edad oscila entre los 30 y 50 años.
Aclara que cuando existe una patología tumoral no se realizan cirugías estéticas. Según el cirujano Pedro Arias, se podrían diseminar las glándulas tumorales. En esos casos, las operaciones se realizan cuando las pacientes han permanecido estables durante un año.
Para que una cirugía estética se realice junto a una funcional es necesario que haya un acuerdo y diálogo previo entre ambos especialistas. Eso ocurre, por ejemplo, cuando un paciente ingresa por una histerectomía y pide también una abdominoplastia.
Esta última es considerada una cirugía estética que consiste en mejorar la estructura del abdomen del paciente. La histerectomía, en cambio, es una operación que se realiza para extraer el útero. En este caso intervienen el cirujano plástico y el ginecólogo.
Finalmente, está la blefaroplastia, una cirugía funcional-estética que consiste en retirar el exceso de piel que aparece en los párpados superiores e inferiores. Esa operación, por lo general, se la realizan las personas con edad avanzada. Acuden al quirófano porque el exceso de piel les dificulta ver con claridad.
Los médicos consultados coinciden en que, antes de realizarse una cirugía estética, es necesario cumplir con una
serie de exámenes –de corazón y de sangre- para evitar posibles complicaciones.
“No tienen la magnitud de una cirugía de corazón abierto, pero son cirugías y toda cirugía tiene sus riesgos”, afirmó Paúl Silvers.