Imagen de la película ‘Udta Punjab’, prohibida en los cines de la India. Foto: IMDb
El mundo del cine se ha puesto en pie de guerra en la India contra el organismo censor de contenidos cinematográficos por ordenar el corte de 94 escenas de una película que aborda el oscuro mundo de las drogas en el Punyab, para que no se oiga ni se lea una sola vez el nombre de ese estado indio.
La Comisión Central de Certificación Cinematográfica (CBFC), el organismo censor de la India, es fuente habitual de titulares para los periódicos ya sea por vetar el nombre de la ciudad Bombay en una canción, por prohibir los besos largos en las películas de ‘James Bond‘ o por detener la proyección de las ’50 sombras de Grey’ en los cines.
Sin embargo hoy la CBFC es noticia porque, la productora Phantom Films, del cineasta Anurag Kashyap, decidió llevarla ante el Tribunal Superior de Bombay para que explique por qué ordenó 94 cortes en la película ‘Udta Punjab’ (‘Punyab volando’) y la eliminación del nombre del estado del título.
Además, la empresa exigió que el comité dé marcha atrás en su decisión sobre esta obra del director Abhishek Chaubey y le dé una certificación para ser vista sin censura por público adulto.
Kashyap acudió a la justicia después de que el lunes se hiciera público que el CBFC había prohibido la palabra Punyab y dictaminado que cualquier otra referencia real al Gobierno o los políticos en los diálogos no podía aparecer en el filme.
“Hay 94 cortes, todas las referencias al Punyab tienen que ser eliminadas de la película”, indicó a Efe Ashoke Pandit, uno de los cinco miembros del órgano censor, que ha manifestado públicamente su rechazo a la decisión.
Al ser preguntado por las razones para la prohibición, Pandit respondió: “la respuesta a eso solo se la puede dar el presidente de la Comisión”.
Según la oposición, detrás de la censura de la palabra pulula el fantasma de las elecciones que el año próximo tendrán lugar en el Punyab, estado en manos de una coalición del partido SAD y el BJP del primer ministro Narendra Modi, que ha sido acusada por los opositores Partido del Congreso y AAP de no encontrar soluciones al abuso de drogas en ese estado.
El presidente del CBFC, Pahlaj Nihalani, aseguró en declaraciones a medios locales que la decisión “no tiene nada que ver con las elecciones” en el estado y que el Gobierno “nunca interfiere en la Comisión”.
“Sólo si uno ve el filme completo puede entender por qué el Punyab fue borrado”, dijo. Desafortunadamente con su decisión nadie podrá hacer ese ejercicio, pero el debate y el cruce de acusaciones se ha extendido de la pantalla cinematográfica a la arena política.
Kashyap reaccionó el lunes a la decisión diciendo en Twitter: “Siempre me pregunté cómo sería vivir en Corea del Norte”.
“Piensa que está en Corea del Norte? Aquí podemos votar, esto es una democracia”, replicó el viceministro de Comunicación indio, Rajyavardhan Rathore.
Sin perder tiempo, la oposición también saltó al ruedo a censurar la censura y el vicepresidente y líder de Partido del Congreso, Rahul Ghandi, afirmó en la red social Twitter que el Punyab tiene un “enorme problema con las drogas” y que censurar la película “no lo va a resolver”.
“El Gobierno tiene que aceptar la realidad y encontrar soluciones”, dijo el hijo, nieto y bisnieto de primeros ministros indios.
El alcalde de Delhi, Arvind Kejriwal, del Partido del Hombre Común (AAP), también rechazó la decisión de la Comisión y afirmó que “las declaraciones de Pahlaj Nihlani dejan ampliamente claro que ha detenido la película por instrucciones del BJP”.
Sin embargo, las palabras de los políticos opositores no le han gustado al productor, que ha querido marcar una línea clara con ellos y les ha pedido: “mantenerse al margen de mi batalla”.
“Esta es mi lucha contra el dictatorial hombre que se sienta ahí actuando como un oligarca en su circunscripción de la comisión, esa es mi Corea del Norte“, afirmó.
Nihalani tampoco se mantuvo en silencio ante los ataque del cineasta y dijo que si Kashyap pensaba de él como Corea del Norte que lo hiciera. “Lo puede decir porque hay libertad de expresión”, señaló el censor, que calificó a su acusador en declaraciones al diario Hindustan Times como “un niño al que le han negado un juguete”.
En el medio de toda la pelea hoy, tras acudir a la justicia, el productor apareció rodeado de una buena representación de cineastas, actores y directores indios para exigir el final de este tipo de decisiones en la India.
“Esto no es sobre una película, esto es sobre la libertad de expresión en nuestro país”, dijo Kashyap, al asegurar que “sólo el público tiene el derecho de rechazar un filme”.