Este tipo de fenómenos se presentan con frecuencia, especialmente en los periodos de actividad solar alta. Foto: https://www.nasa.gov/
La tormenta magnética que se registra desde este viernes 13 de octubre de 2017 no tendrá incidencia en territorio ecuatoriano. Así lo señaló Franklin Aldás, técnico del Observatorio Astronómico de la Escuela Politécnica Nacional.
El experto contó que la tormenta, de magnitud cuatro, tendrá una leve incidencia sobre las zonas que se ubican a 60 grados de latitud norte, es decir, a la altura de Estados Unidos y México. Aldás recordó que este tipo de tormentas se producen debido a la interacción del campo magnético de la Tierra con el viento solar, que llega desde nuestra estrella, el Sol.
El viento solar se compone de partículas ionizadas cargadas de plasma, que interactúan fuertemente con el campo magnético de nuestro planeta. Esto produce una variación en el campo magnético. Sin embargo, la magnitud de la tormenta de este viernes está entre las más bajas registradas en los últimos meses.
Este tipo de fenómenos, narró el experto, se presentan con frecuencia, especialmente en los periodos de actividad solar alta. Actualmente, el Sol presenta una actividad media, tendiendo a baja.
¿Cuáles son las consecuencias de la tormenta?
Este fenómeno puede influir en el funcionamiento de los satélites, especialmente en aquellos que se encuentran fuera de la protección del campo electromagnético de la Tierra.
Aldás enfatizó que las partículas de la tormenta viajan a una velocidad de 660 kilómetros por segundo y chocan contra el campo magnético de nuestro planeta. “Estas partículas se desvían gracias al campo magnético terrestre”, señaló.
Al haber una incidencia en los satélites, también podría haber una afectación con los dispositivos electrónicos que reciben información satelital, como los teléfonos celulares, radares, entre otros componentes tecnológicos. Pero el técnico aclaró que la afectación no se produce directamente en la Tierra.