La sonda espacial rusa “Fobos Grunt” podría entrar el domingo en la atmósfera terrestre sobre el cielo de Argentina y caer en algún lugar del océano Atlántico, según informó hoy la agencia rusa Roskosmos.
El experto ruso en temas espaciales Alexander Ilin afirmó que no puede descartarse del todo un peligro para las zonas pobladas ante la caída de restos de la sonda, si bien la mayor parte del aparato se desintegrará a su entrada en la atmósfera y el lugar del impacto no podrá calcularse en detalle hasta poco antes de que se produzca. “La sonda espacial, de unas 13,5 toneladas, quedará descuartizada en toda regla por el calor”, afirmó Ilin, señalando que tanto las materias tóxicas contenidas en el tanque como el cobalto radiactivo que transporta la nave se consumirán antes de llegar a la Tierra.
Ilin indicó que, de las dos toneladas de metal que integran la sonda, unos 200 kilogramos podrían caer sobre tierra firme convertidos en escombros. Roskosmos, citada por la agencia rusa Interfax, afirmó que la caída de la sonda en el Atlántico está prevista para las 16:00 GMT del domingo.
Inicialmente, la agencia espacial rusa estimó que la sonda caería sobre el Océano Índico. La “Fobos Grunt”, valorada en unos 120 millones de euros (150 millones de dólares) y que debía llegar hasta el satélite Fobos de Marte, quedó orbitando de forma descontrolada desde que en su lanzamiento, el pasado 9 de noviembre, fallaron sus motores de propulsión.
La sonda transporta además colonias de “drosophila” (moscas de la fruta) y bacterias, que se encuentran en cápsulas de titanio herméticamente selladas. Según el experto del Instituto de Problemas Biomédicos ruso Vladimir Syjov, no se prevé que estos organismos sobrevivan a la caída a la tierra, pero incluso si lo hicieran, no serían peligrosas para los seres humanos.
En relación al cobalto radiactivo, Syjov estimó que, aunque este material alcanzara la superficie terreste, es extremadamente improbable que suponga un riesgo.
No obstante, el pionero espacial Vladimir Bugrov emitió duras críticas contra Roskosmos. “Si algunos ingenieros antes del lanzamiento tenían claro que la misión sólo tenía un 50 por ciento de posibilidades de éxito, ¿por qué pusieron entonces su firma?”, afirmó el ex cosmonauta, de 78 años, al diario “Rossiyskay Gazeta”.
Bugrov habló de la “serie de errores más grave en el programa espacial ruso en 50 años”, desde que en 1962 fracasaron cinco lanzamientos de naves espaciales. Bugrov afirmó que el programa espacial ruso necesita una perspectiva clara, y instó a afrontar una misión rumbo a Marte.
A lo largo del año pasado, se estrellaron cinco cohetes portadores rusos y se perdieron costosos satélites.