La sonda europea Rosetta se despertó ayer, 20 de enero de 2014, después de estar dos años y medio de hibernación y ya está operativa, preparándose para el encuentro con el cometa denominado 67P/Churyumov-Gerasimenko, anunció la Agencia Espacial Europea (ESA).
El objetivo del viaje al cometa es conocer los orígenes del Sistema Solar y las claves de la aparición de la vida en la Tierra porque estos cuerpos espaciales contienen los elementos más antiguos del Universo y se piensa que trajeron el agua.
En el largo viaje a través del Sistema Solar, Rosetta ha recibido el impulso gravitatorio de la Tierra y Marte porque no existe un cohete lanzador capaz de enviar la sonda directamente hasta el cometa.
Rosetta comenzará en mayo la aproximación al cometa y en agosto se moverá en su órbita. Posteriormente realizará el mapa de la superficie para identificar si hay sitios donde se puede aterrizar para enviar un robot y que este a su vez analice el núcleo del cometa, explicó Álvaro Giménez Cañete, director de Ciencia de la Agencia Espacial.
Una vez que este dispositivo se haya asentado en el cometa, lo seguirá hasta la fase de máxima actividad, es decir, justo cuando se acerca al Sol. “A través de los cometas se ve la nube en la que se formó el Sistema Solar al principio, porque ha sido como una cápsula que se ha mantenido sin modificación a diferencia de los asteroides que son resultado de diversos choques”, según el científico español.
Él considera además, que los cometas trajeron el agua a la Tierra en el último bombardeo masivo que incluyó a los asteroides sobre el planeta hace 4 000 millones de años en la formación del Sistema Solar, cuando se dio inicio a la puesta en órbita de los planetas.
Bajo esta premisa, lo que se quiere es ver si hay indicios de que el tipo de agua que hay en los océanos de la Tierra tiene su origen en estos cuerpos. Mientras se comprueba esta teoría se espera que el satélite que acaba de despertar recorra 7 000 millones de kilómetros en el espacio.
En otra investigación, estudios científicos revelaron que el Sol entró en un período de baja actividad, una fase que suele coincidir con inviernos especialmente crudos, según una nota publicada en el portal BBC Mundo.
Allí se señala que la caída en la actividad está ocurriendo de forma inmediata y científicos la están siguiendo muy de cerca para ver si continuará desplomándose.
La doctora Lucie Green, del laboratorio de ciencia espacial de la Universidad de Londres, afirma que podría significar que se convierta en una estrella muy inactiva. “Se sentiría como si el sol está dormido, sería como una bola de gas inactiva en el centro del Sistema Solar”, explicó a este medio inglés.
Para Mike Lockwood, profesor de física ambiental espacial, de la Universidad de Reading, si baja la actividad solar, una consecuencia inmediata es una ola de frío arrastrado desde los polos.
Pero, Green va más allá y dice que la actividad solar impulsa toda una gama de clima espacial, y estos tienen un efecto en los sistemas de electricidad, en satélites, en radio comunicaciones y en los GPS de los navegadores satelitales, etc.
En contexto. El nombre de la misión se debe a la piedra Rosetta (un fragmento de estela con un mismo texto en tres lenguas diferentes) que permitió al francés Jean-Freançois Champollion descifrar jeroglíficos egipcios a principios del siglo XIX.
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