Rusia niega que la rotura de un cable en el centro de control afecte a la EEI

La agencia especial rusa, Roscosmos, negó hoy que la rotura de un cable de tierra en el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia haya afectado al trabajo de la Estación Espacial Internacional (EEI).

"Roscosmos no ha introducido cambios en los planes de trabajo del segmento ruso de la EEI ni en las operaciones de aterrizaje de la tripulación de la estación", afirmó Alexéi Kuznetsov, portavoz de Roscosmos, a la agencia oficial RIA-Nóvosti.

Precisamente, el 19 de noviembre debe regresar a la Tierra la nave rusa Soyuz TMA-05M que llevará abordo al cosmonauta ruso Yuri Malenchenko, la astronauta estadounidense Sunita Williams y el japonés Akihiko Hoshide.

El jefe del programa de vuelos tripulados de Roscosmos, Alexéi Krasnov, reconoció eso sí que el CCVE ha tenido que recurrir a los alternativos canales estadounidenses en Houston para mantener el contacto con su segmento de la plataforma orbital.

En un principio varias fuentes de la industria espacial informaron a las agencias locales que la rotura de un cable había suspendido el contacto entre el CCVE, el segmento ruso de la EEI y varios satélites de uso civil.

En cambio, ésta última información también fue negada por un representante de Kosmícheskaya Sviaz (Señal Cósmica), la mayor compañía del sector.

Por el momento, los empleados de la compañía operadora de comunicaciones del centro de control no han encontrado el lugar de la avería, pero se muestran convencidos de que ésta fue causada accidentalmente por unos obreros de la construcción.

Roscosmos, quien insiste en que los especialistas tienen la situación bajo control, confía en que en unas horas el problema sea solventado y el CCVE pueda reanudar sus labores con absoluta normalidad.

La industria espacial rusa ha sufrido en los últimos años varios accidentes graves con satélites de comunicaciones, cargueros con destino a la EEI y sondas marcianas, que han puesto de manifiesto el problema de la fuga de cerebros por falta de fondos.

Estos fallos, que han acarreado varias destituciones en el sector por orden del Gobierno, coincidieron con la retirada de los transbordadores estadounidenses, con lo que las naves rusas se convirtieron en el único eslabón entre la Tierra y la EEI.

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