Imagen referencial. Según datos de la Universidad Johns Hopkins, la pandemia del nuevo coronavirus está en plena expansión. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Hay misterios del nuevo coronavirus que científicos e investigadores de todas las áreas aún buscan resolver. Uno de ellos es la forma en la que se propaga y por qué hay algunos brotes de contagio que son más grandes que otros.
Para empezar, la cantidad de contagios puede variar en función de las medidas de confinamiento que se empleen en ciertos lugares y que han demostrado ser efectivas en distintas partes del mundo.
De hecho, en junio de 2020 se reveló que el Imperial College de Londres, una institución que asesora al Gobierno de Reino Unido, encontró resultados acerca de este tema después de hacer un estudio en más de 11 países, incluidos los más afectados por el virus en Europa: España, Reino Unido, Francia e Italia.
“Estudiar la eficacia de estas medidas es importante, dado su impacto económico y social“, dijeron los autores del estudio, citados por ‘AFP’.
Utilizando modelos matemáticos, los investigadores estudiaron cuántas muertes se habrían dado a partir de la expansión de la pandemia si no se hubieran aplicado medidas restrictivas como el cierre de escuelas y comercios y el confinamiento en los hogares.
Tomaron los datos del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades, que había recopilado el total de decesos, y los compararon con los resultados arrojados por su modelización. El artículo, publicado en la revista Nature, concluyó que se lograron evitar cerca de 3,1 millones de muertes con las medidas restrictivas.
Sin embargo, para frenar la capacidad de propagación del nuevo coronavirus los científicos también adelantan estudios acerca de las personas que tienen mayor probabilidad de esparcir el virus.
Buscando una explicación para los ‘supercontagios’
Recientemente, el diario estadounidense New York Times publicó un reportaje en el que consulta a varios expertos con el fin de entender por qué hay individuos que pueden contagiar a más gente que otros.
Hace pocas semanas, Kristin Nelson, profesora asistente de la Universidad de Emory (Georgia, Estados Unidos), y otros investigadores hicieron público un estudio (que hasta la fecha no ha sido compartido por revistas científicas) en el que analizaron a más de 9 500 pacientes que habían desarrollado la covid-19.
Uno de los resultados hallados indica que “en general, alrededor del 2 por ciento de los casos pueden haber provocado directamente el 20%” de todas las infecciones.
“Estimamos que los niños infectados y los adultos más jóvenes (menores a 60 años) pueden ser 2,38 (1,30, 3,51) veces más ‘contagiosos’ que los ancianos infectados (mayores a 60 años)”, señaló el estudio.
Pero además de la edad, ¿cuál podría ser el diferencial de este porcentaje de la población que resulta ser más ‘contagioso’ que los demás? Nelson explicó en el New York Times que se trataba más de una razón circunstancial que de un factor biológico.
“Creo que las situaciones son mucho más importantes”, le dijo Nelson al periódico estadounidense. Es decir, el hecho de que una persona tenga un trabajo en el cual está más en contacto con otros individuos hace que sus probabilidades de propagar el virus sean más altas.
Esto explica por qué en eventos masivos, como partidos de fútbol, conciertos y festividades, se reportaron grandes focos de contagio. Además, se entiende por qué son de las actividades que, a día de hoy, tienen mayores complicaciones para ‘reactivarse’ en todo el planeta.
Los investigadores han señalado que el nuevo coronavirus podría ser una ‘pandemia de superpropagación‘. Sin embargo, resaltan que haber descubierto esto no es algo necesariamente malo. “Es un buen augurio a la hora de controlar el virus”, señaló la investigadora Nelson.
Asimismo, James Lloyd-Smith, ecologista de enfermedades de la Universidad de California en Los Ángeles (Ucla), advirtió que el hecho de entender qué tan alta es la capacidad de propagación de un virus no quiere decir que se tenga bajo control.
Además, sugirió en el New York Times que los gobiernos de todo el mundo deben estar alerta después de intentar reabrir sus economías, debido a que pueden “registrar un brote que esté fuera de control en apenas una semana”.
Según datos de la universidad Johns Hopkins, la pandemia del nuevo coronavirus está en plena expansión. Sus registros apuntan a que el 9 de julio fue el día en el que más contagios nuevos se registraron, pues hubo un total de 227 mil casos.
En todo el planeta hay más de 12,8 millones de personas contagiadas y más de 568 000 muertes por causa del virus.
EL COMERCIO
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