El estudio se publicó este viernes 14 de julio de 2017 en la revista Nature. Foto: Captura
Desde que las doctoras Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier inventaron el Crispr-Cas9, en 2012, un sinnúmero de experimentos en edición genética se han publicado en lo que hasta hace pocos años hubieran parecido escenarios de ciencia ficción.
En esta ocasión, un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard logró codificar una película en el genoma de una bacteria, utilizándola como sistema de almacenamiento de imágenes.
El estudio se publicó este viernes 14 de julio de 2017 en la revista Nature. Todo comenzó cuando el biólogo sintético Seth Shipman, mientras se encontraba investigando sobre desarrollo cerebral, se preguntó cómo era el proceso para que las células desarrollen su propio carácter. A raíz de esto, se vio en la necesidad de crear un método para fabricar una ‘grabadora’ celular, según menciona la revista Scientific American.
El sistema Crispr-Cas9, una herramienta de edición genética programable, permitió al equipo de Harvard crear esta grabadora molecular en 2016. Este dispositivo permite transformar moléculas en bits de información, mediante la codificación en ADN de manera cronológica.
Una vez desarrollado el invento, el equipo de la universidad seleccionó una película compuesta por cinco diapositivas. La cinta ‘Human and Animal Locomotion’, grabada en 1887, pertenecía al fotógrafo Eadweard Muybridge y consiste de un caballo galopando.
El equipo tomó los ‘frames’ de la película y los introdujo en una bacteria E. Coli. El resultado, al secuenciar las moléculas a través de Crispr-Cas9, fue una copia exacta de la película en un clip repetitivo de unos pocos segundos.