El fascinante mundo de la robótica llega a Costa Rica

La 14 edición de la Olimpiada Mundial de Robótica se inauguró ayer, 10 de noviembre, en Costa Rica. Foto: EFE

La 14 edición de la Olimpiada Mundial de Robótica se inauguró ayer, 10 de noviembre, en Costa Rica. Foto: EFE

Cada año, la Olimpiada Mundial de Robótica propone diversos retos. Foto: EFE

En una esquina del espacioso salón y sobre una cancha de fútbol a escala, dos pequeños robots se enfrascan en una dura lucha por anotar en un pequeño arco mientras la gente los observa con asombro.

Se trata de un "entrenamiento" previo a la apertura de la 14 edición de la Olimpiada Mundial de Robótica (WRO, por sus siglas en inglés) que ayer, 10 de noviembre, se inauguró en Costa Rica, el primer país americano que organiza esta competición educativa de ámbito internacional que cada año propone diversos retos.

La olimpiada consiste en que cada equipo elija un objetivo que le apasione y construya un robot innovador. Los participantes se dividen en categorías por edades de 7 a 12 años (Elementary), de 13 a 15 (Junior), de 16 a 19 años (Senior), una de fútbol de 10 a 19 años y una universitaria de 17 a 25 años.

Destreza, habilidad, conocimiento y compromiso: Ese es el ambiente que se respiraba en el Parque Viva, un recinto privado generalmente utilizado para conciertos musicales, horas antes de que arrancara la justa olímpica.

La competencia internacional se inició en 2004 como parte de un proyecto promovido inicialmente por varios países asiáticos y que desembocó en la creación de la Word Robot Olympiad Association, una organización sin fines de lucro creada ese año.

En la Guácima, decenas de pequeños aparatitos de múltiples formas y colores, en una especie de arcoiris, llenan de fascinación y asombro a los visitantes.

En esta edición, los retos, problemas y desafíos que ponen a prueba las destrezas y conocimientos de equipos de más de 60 países están relacionados con el desarrollo sostenible y la defensa del medioambiente.

La olimpiada ha convertido a la Guácima, un poblado rural ubicado 30 kilómetros al oeste de la capital San José, en un espacio de encuentro cultural donde se cruzan delegaciones de Vietnam, India, China, Alemania o Rumania.

"Venimos con toda la intención de ganar", dice a DPA Luc Schwarz, de un equipo alemán categoría Senior, que con su robot 'The Ahu' se plantea el reto de defender y ahuyentar, por medio de ondas ultrasónicas, a especies depredadoras de campos de maíz.

Casi a la par, un equipo de jóvenes iraníes se preparaba para presentar un proyecto dirigido a establecer granjas solares en el desierto. Con esto, pretenden promover la generación de energía renovable y no fósil, y así contribuir a la limpieza del medio ambiente.

"Estamos felices con nuestro reto y nuestros robots que pondremos en acción entre el sábado y domingo", día que termina la olimpiada, dijo Bardia Alimohammadi. "Vietnam también dice presente", exclamó Phan Thuc Anh, quien encabeza una iniciativa robótica para generar energía alternativa y limpia.

Dos jóvenes del país anfitrión ensayaban a su vez un programa de alerta temprana para prevenir incendios forestales. El robot toma fotografías en el lugar del siniestro y las envía a los guardaparques. "Esto es más barato que el combate convencional de los incendios forestales y más rápido", explicó Manuel Mora.

"Estas olimpiadas buscan despertar el amor y el interés de los niños y jóvenes por la ciencia y la tecnología y el compromiso por resolver problemas muy profundos que acechan al planeta, como la contaminación y el cambio climático", comentó la ministra de Ciencia y Tecnología de Costa Rica, Carolina Vásquez.

Para Vásquez, que Costa Rica, una pequeña nación de 51 100 kilómetros cuadrados y 4,5 millones de habitantes haya sido escogida como la primera nación de América en organizar una WRO es "motivo de orgullo". "Somos un país del tercer mundo que además de banano, café y servicios, exportamos conocimiento y tecnología", destacó.

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