Imagen referencial. Un meta-análisis recoge los resultados de 14 estudios distintos y compara las conclusiones acerca de las propiedades antimicrobianas de la miel. Foto: Archivo EL COMERCIO
Desde siempre, la miel se ha considerado un remedio casero para las gripes de síntomas leves. A quién no le dieron de pequeño, cuando se enfermaba, algún menjunge caliente cuyo principal ingrediente era la miel de abeja.
Sin embargo, ahora su efectividad podría estar respaldada científicamente, más allá de la sabiduría tradicional de las abuelitas. Y no solo eso. También podría ser una solución a uno de los dilemas médicos más importantes del último siglo: la farmacorresistencia.
Un meta-análisis recoge los resultados de 14 estudios distintos y compara las conclusiones acerca de las propiedades antimicrobianas de la miel. Este fue publicado en la revista científica BMJ Evidence-Based Medicine, del British Medical.
¿Las conclusiones del estudio? “La miel fue superior a los cuidados comunes para el mejoramiento de síntomas en infecciones respiratorias del tracto superior”, aseguran los autores, en comparación con ciertos medicamentos ampliamente utilizados por la comunidad médica.
La miel, dicen puede resultar “una amplia y económica alternativa a los antibióticos”. Además, “podría ayudar a los esfuerzos para ralentizar el esparcimiento de la resistencia antimicrobiana“.
Este es otro punto importante del estudio. Los autores aseguran que, mediante el uso de la miel para el tratamiento de infecciones respiratorias leves, la comunidad médica podría dar un avance en la resistencia a los antibióticos. Este es un tema que por décadas ha preocupado a la comunidad médica pues, mientras más se utilizan antibióticos, los microbios del mundo se vuelven más resistentes.
El estudio advierte, sin embargo, que todavía son necesarias investigaciones a mayor profundidad para llegar a conclusiones más categóricas, incluyendo estudios controlados con placebos.