Científicos hallaron una relación entre la diabetes y una premutación en un gen. Foto: Pixabay.
Científicos de la universidad de Michigan (EE.UU.) demostraron que las variaciones genéticas comunes son “las grandes culpables” de que un paciente desarrolle diabetes de tipo 2.
El estudio, que publicó hoy (11 de julio de 2016) la revista Nature, reunió a más de 300 investigadores de todo el mundo y contradijo las hipótesis científicas que sostienen que las mutaciones genéticas más atípicas son las responsables de esta enfermedad.
Expertos de 22 países dieron con una docena de regiones genéticas, que albergan alteraciones conectadas con este trastorno crónico, y que ya se habían detectado previamente en otros estudios de asociaciones entre genomas.
Así, hallaron la relación entre la diabetes y una permutación en el gen PAX4, presente solo en ciudadanos de países del este asiático como Corea, China y Singapur, y entre esta enfermedad y el gen TM6SF2, que guarda conexión con la esteatosis hepática, una acumulación de grasa en el hígado.
Uno de los impulsores del estudio, el profesor de la Universidad de Oxford Robert Turner afirmó que los resultados obtenidos “suponen un camino prometedor para diseñar nuevas formar de tratar y prevenir esta enfermedad”.
Los científicos analizaron muestras de ADN de 120 000 personas de cinco grupos diferentes (Europea, la Américas, África y el este y el sur de Asia) para analizar los genes y sus variaciones, que influyen en una condición que afecta al 10% de la población mundial.
Existen dos tipos principales de diabetes: la diabetes tipo 1, que sufren las personas que no generan naturalmente insulina -la encargada de metabolizar el azúcar de los alimentos- y necesitan inyecciones de esta hormona para sobrevivir.
La de tipo 2 representa casi el 90% de los casos y quien la padece no produce la cantidad suficiente de insulina o no puede utilizarla correctamente, y normalmente aparece por sobrepeso y sedentarismo.