Los dientes fosilizados del extinto tiburón megadentado ‘Carcharocles angustidens’, que llegó a medir 9 metros, fueron hallados por paleontólogos de Museos Victoria y un ciudadano en la localidad costera Jan Juc. Foto: EFE.
Un grupo de investigadores australianos descubrió en su país un conjunto de dientes de un gigantesco tiburón prehistórico que habitó los océanos hace unos 25 millones de años, informaron este jueves (9 de agosto del 2018) fuentes científicas.
Los dientes fosilizados del extinto tiburón megadentado ‘Carcharocles angustidens’, que podía llegar a medir nueve metros, fueron hallados por paleontólogos de Museos Victoria y un ciudadano en la localidad costera de Jan Juc, a unos cien kilómetros al suroeste de Melbourne.
Allí también se encontraron dientes de tiburones Sixgill (Hexanchus), lo que hace suponer que éstos últimos devoraron los restos de la enorme criatura a su muerte, según un comunicado de Museos Victoria.
A escala mundial, generalmente, se logra recolectar un solo diente fosilizado de este gigantesco tiburón extinto, por lo que el hallazgo en Australia del conjunto de dientes del escualo de la era del Oligoceno tiene una gran relevancia científica por su rareza.
Esto se debe a que los tiburones, que tienen la capacidad de regenerar su dentadura, pierden un diente por día.Además, el cartílago del que está hecho su esqueleto no se fosiliza con facilidad.
“Estos dientes tienen una importancia internacional porque representan uno de tres conjuntos dentales de los ‘Carcharocles angustidens’ que existen en el mundo y son el primer juego que se descubre en Australia“, explicó Eric Fitzgerald, paleontólogo de Museos Victoria.
El primer avistamiento de los restos del tiburón, que es dos veces más grande que el tiburón blanco, lo hizo Philip Mullaly, un aficionado a la ciencia que se encontraba buscando fósiles en la playa.
Durante un paseo por Jan Juc, conocido por ser un yacimiento de fósiles, Mullaly divisó un destello brillante en una roca y encontró parte del diente fosilizado.
Después Fitzgerald y su equipo realizaron otras excavaciones en el lugar, donde recolectaron otros 40 dientes.
La mayoría de ellos pertenecían al ‘Carcharocles angustidens’ y otros a un ejemplar más pequeño el Sixgill, un animal que aún habita las costas del estado de Victoria, en el sur de Australia.
Los dientes de estos Sixgill se habrían desprendido de las mandíbulas de estos tiburones mientras se alimentaban del cadáver del ‘Carcharocles angustidens’, según el paleontólogo Tim Ziegler.
“Los dientes del tiburón sixgill operaron como una sierra que tala un árbol y lo despedazaron. El hedor de la sangre y la putrefacción de la carne los habría atraído desde muy lejos”, comentó Ziegler.
Los Sixgill se alimentan hoy en día de los restos de las ballenas y otros animales, un estilo de vida que parecen haber mantenido durante decenas de millones de años.