El hombre primitivo podría proceder de Europa y no de África

analizaron los restos del homínido Graecopithecus freybergi, al que pertenece tanto el hombre como los simios antropomorfo.

analizaron los restos del homínido Graecopithecus freybergi, al que pertenece tanto el hombre como los simios antropomorfo.

Los investigadores analizaron los restos del homínido Graecopithecus freybergi, al que pertenece tanto el hombre como los simios antropomorfo. Foto: Wikicommons

Los linajes evolutivos del chimpancé y del ser humano se separaron probablemente en Europa y no en África, como a menudo se piensa. Además, este proceso podría haber tenido lugar cientos de miles de años antes de lo que hasta ahora se suponía.

A estas conclusiones, publicadas por la revista científica PLOSOne, ha llegado un equipo de investigación del Centro Senckenberg de Evolución Humana y Paleoambiente (HEP) de Tubinga (Alemania) después de reexaminar dos hallazgos fósiles y de singularizar las antiguas condiciones ambientales en las que se encontraron dichos restos.

Por el momento no existen datos concluyentes que permitan determinar cuándo y dónde se desarrollaron los primeros antepasados del hombre. En la actualidad el chimpancé es el "partiente" más cercano del hombre y muchos expertos consideran que sus linajes evolutivos se bifurcaron hace entre cinco y siete millones de años en África.

Este es, sin embargo, un dato que pone en cuestión el equipo de investigación del HEP liderado por Madelaine Böhme. Para ello, analizaron los restos del homínido Graecopithecus freybergi, al que pertenece tanto el hombre como los simios antropomorfo.

Los fósiles del bautizado como "Greco", una mandíbula inferior encontrada en Grecia y un diente hallado en Bulgaria, han permitido a los científicos presumir que el Graecopithecus constituye un tipo de hombre primitivo desconocido hasta el momento.

¿Cómo llegaron a tal conclusión? Lo hicieron después de estudiar con detalle las raíces del diente. Éstas estaban en gran medida almagamadas, un rasgo característico del hombre moderno y de sus parientes extinguidos.

En los monos, por el contrario, dichas raíces suelen estar separadas. "Estábamos sorprendidos de nuestros propios resultados, dado que hasta ahora eran exclusivamente conocidos los hombres primitivos provenientes de África", señaló Jochen Fuss, uno de los científicos que participa en el estudio.

Además, el análisis de sedimentos que permanecían escondidos en los fósiles permitió a los investigadores otorgar a la mandíbula una edad aproximada de 7,17 millones de años y al diente de unos 7,24 millones de años.

Así que estos restos serían anteriores al del hasta considerado homínino más antiguo, el Sahelanthropus hallado en África y cuya edad se estimaba entre los seis y siete millones de años. A partir de aquí, los investigadores concluyeron que la separación de linajes evolutivos entre el ser humano y el chimpancé se pudo producir antes de lo pensado y, posiblemente, no en África, sino en el Mediterráneo oriental.

La llamada "East Side Story" (historia del lado este) basada en la hipótesis de que el hombre primitivo proviene de África se pone ahora en cuestión a través de la llamada "North Side Story" (historia del norte), indicó la directora del equipo de investigación del HEP, la alemana Madelaine Böhme.

"Espero reacciones contundentes, espero mucha oposición", agregó quien con su tesis plantea toda una revolución en el mundo científico. En su intención de seguir corroborando su teoría, Böhme ha anunciado que llevará a cabo un estudio de la alimentación de "El Greco".

Además, espera poder encontrar nuevos indicios que permitan confirmar la existencia de hombres primitivos fuera de África, quizás en Irán, Irak o Líbano. "La separación de los antepasados homínidos del hombre y del mono antropomorfo está mal documentada", recalcó Jean-Jacques Hublin, director del departamento de evolución humana del Instituo Max-Planck para la antropología evolutiva, que no participó en el estudio.

Los investigadores parten de la base de que los profundos cambios que se produjeron en el medio ambiente desencadenaron la bifurcación de los linajes evolutivos. Lo que desconocen, sin embargo, es cómo era físicamente el hombre primitivo y si ya caminaba erguido, apuntó Böhme.

Basándose en el tamaño de la mandíbula, los investigadores llegan a la conclusión de que "El Greco" pesaba unos 40 kilos y que era del tamaño de una chimpancé hembra actual.

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