El clima influyó en la forma y el tamaño de la nariz humana

Examinar esta evolución y cómo las fosas nasales se adaptaron al clima podría tener repercusiones médicas y antropológicas.

Examinar esta evolución y cómo las fosas nasales se adaptaron al clima podría tener repercusiones médicas y antropológicas.

Imagen Referencial. Examinar la evolución y cómo las fosas nasales se adaptaron al clima podría tener repercusiones médicas y antropológicas. Foto: Pixabay

La forma y el tamaño de la nariz evolucionaron para adaptarse a los diferentes tipos de clima sobre la Tierra, según un estudio publicado el jueves 16 de marzo de 2017 en la revista científica estadounidense PLOS Genetics.

Estas conclusiones, según revelaron los autores, refuerzan las de los precedentes estudios según las cuales las personas cuyos ancestros vivían en un clima caliente y húmedo tenían tendencia a tener narices más grandes que los descendientes de poblaciones de regiones frías y secas.

Según ellos, las narices más estrechas permiten incrementar la humedad del aire al calentarlo, lo que es apreciable en las regiones más frías y secas.

El aire frío y seco no es bueno para las vías respiratorias, indicó Arslan Zaidi, del departamento de antropología de la Universidad Estatal de Pensilvania.

“No hay una forma de nariz universalmente mejor, la realidad es que nuestros ancestros se adaptaban a su ambiente” .

El equipo científico internacional usó imágenes en 3D para medir la forma de la nariz de 476 voluntarios cuyos ancestros vivieron en el sur y este asiático, en África occidental y en el norte de Europa.

Reconocieron que la historia de la evolución de la nariz es compleja y adelantaron que otros factores, en particular las preferencias culturales en la elección del compañero sexual, también pueden haber jugado un papel.

Examinar esta evolución y cómo las fosas nasales se adaptaron al clima podría tener repercusiones médicas y antropológicas.

“Los estudios sobre la adaptación humana al medioambiente son esenciales para nuestra comprensión de las enfermedades y podrían aclarar los orígenes de ciertas patologías, como la anemia de células falciformes, la alergia a la lactosa o el cáncer de la piel, más frecuentes en ciertas poblaciones”, subrayaron los científicos.

Podría ser, según ellos, oportuno profundizar la cuestión para saber si la forma de la nariz y el tamaño de la cavidad nasal están vinculados al riesgo de contraer una enfermedad respiratoria cuando una persona vive en un clima diferente al de sus ancestros.

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