La agencia gubernamental Consejo de Monumentos Nacionales de Chile dijo que comenzó una investigación para esclarecer si la pequeña niña fue exhumada ilegalmente en 2003 y contrabandeada afuera del país.Foto: AFP
Tras descubrirse que la ciencia genética ha identificado a la pequeña momia de Atacama que se creía ser un extraterrestres como una niña muerta poco después de nacer, la comunidad científica chilena condenó el estudio como “inmoral“, mientras el gobierno comenzó una investigación sobre el robo en tumbas.
La agencia gubernamental Consejo de Monumentos Nacionales de Chile dijo que comenzó una investigación para esclarecer si la pequeña niña fue exhumada ilegalmente en 2003 y contrabandeada afuera del país.
Según los científicos, que presentaron las evidencias ante el Ministerio Público,la tumba fue saqueada y el esqueleto fue robado, en violación de las leyes del país.
¿Pueden imaginarse el mismo estudio llevado adelante usando el cadáver del bebé que abortado por alguien en Europa o América?
“Es una ofensa para la niña, para su familia y para la herencia de Chile”, dijo Francisca Santana-Sagredo, una antropóloga de la Universidad de Antofagasta y de la Universidad de Oxford al diario The New York Times.
Cristina Dorado, una bióloga de la Universidad de Antofagasta, dijo en un comentario en la publicación científica Etilmercurio que el estudio era “una atrocidad“.
“¿Pueden imaginarse el mismo estudio llevado adelante usando el cadáver del bebé que abortado por alguien en Europa o América?”, agregó la Sociedad de Antropología Biológica de Chile en un comunicado.
Esa institución también firmó una carta con otros investigadores que fue enviada a Genome Research, la revista en la que fue publicada el estudio.
“La comunidad científica de Chile está profundamente molesta y preocupada por esta situación”, escribieron.
Uno de ellos dijo que esperaba que la revista retractara el estudio.
“No tenemos motivos para sospechar que en este caso la muestra fue obtenida ilegalmente”.
Por su parte, los autores del estudio Garry P. Nolan, de Stanford, y Atul Butte, de la Universidad de California, defendieron su trabajo.
“No tenemos conocimiento sobre cómo el esqueleto fue obtenido o trasladado a España”, afirmaron al diario neoyorquino. “No tenemos motivos para sospechar que en este caso la muestra fue obtenida ilegalmente“.
El esqueleto, de apenas 15 centímetros, fue encontrado hace 15 años, en un pueblo minero abandonado en el desierto de Atacama, por un hombre llamado Oscar Muñoz.
Por sus insólitas características comenzó a difundirse el rumor de que se trataba de un extraterrestre y fue rebautizado ‘Ata’. Posteriormente, el esqueleto terminó en la colección privada de Ramon Navia-Osorio, en Barcelona.
El caso le llegó a los científicos por azar, curiosamente desde una de las hipótesis más extremas y menos científicas: el cineasta Amardeep Kaleka le presentó el misterioso esqueleto, “como una canasta en la puerta”, para que lo analizara en su película Sirius, sobre Steven Greer, quien cambió una carrera de médico de emergencias por la de buscador de vida extraterrestre.
Los estudios genéticos han identificado a la pequeña momia como una niña muerta poco después de nacer, con enormes anormalidades físicas como, por ejemplo, un envejecimiento prematuro de los huesos.
Los científicos autores del estudio dijeron que no pidieron a las autoridades de sus universidades el permiso para analizar el esqueleto porque sospechaban que se trataba de los restos de un primate no humano.
Según Butte, el estudio ayudó a poner un fin a la teorías que rodeaban Ata.
“El estudio dio una base científica definitiva para detener reportes no científicos de la verdadera naturaleza humana del esqueleto y otorgarle el respeto que merece”, concluyó.