Los yacimientos de diamantes no solo se encuentran en las cavernas de Botswana, Canadá o Rusia sino también en los planetas del Sistema Solar como Júpiter y Saturno.
Esta es la tesis astronómica de un equipo de científicos estadounidenses, liderados por Mona Delitsky, del Californian Speciality Engineering, y Kevin Baines, de la Universidad de Wisconsin Madison, en Estados Unidos.
Los científicos determinaron que en la atmósfera de estos planetas se podía generar cerca de 10 millones de toneladas de estas piedras preciosas al año.
Según ellos, las moléculas de metano que golpean las atmósferas superiores de Saturno y Júpiter tienen la capacidad de liberar átomos de carbono que se pegan unos sobre otros originando partículas más grandes. Para que ello ocurra, se requiere de una profundidad de 6 000 kilómetros en la atmósfera del planeta y que se extienda por otros 30 000 kilómetros por debajo.
Mediante este proceso, el hollín se comprime en grafito y luego en diamantes sólidos, antes de alcanzar temperaturas de 800 grados centígrados.
Entonces el diamante se funde, formando gotas de lluvia de diamantes líquidos.
Las tormentas son las que convierten el metano el hollín (carbono) y a medida que pasa el tiempo se endurecen hasta formar pedazos de grafito y luego diamantes.
Los investigadores sostienen que este granizo de piedras se funde en algún momento en un mar líquido en los núcleos calientes de Júpiter y Saturno, lo que los convierte en yacimientos de estas piedras preciosas.
Según datos obtenidos, los diamantes estarían formados por rocas del tamaño de un milímetro y de algunos fragmentos que abarcan hasta los 10 centímetros.
Kevin Baines, investigador del proyecto, indica que si hubiera un robot allí, podría recoger las piedras preciosas que llueven en el planeta. Sin embargo, los resultados se están analizando por la comunidad científica en el mundo.
Hasta ahora, los investigadores creían que Urano y Neptuno albergaban piedras preciosas, pero no pensaban que Júpiter y Saturno tuvieran atmósferas adecuadas para producirlas, ya que son demasiado calientes.
Los nuevos datos de la investigación establecen que hay mayores indicios confirmados que en la profundidad, los diamantes pueden estar flotando en el interior de Saturno y crecer tan grandes que talvez podrían llamarse diamondbergs: diamantes icebergs (gigantes).
Sin embargo, existen algunos detractores de esta investigación como Ericson López, director del Observatorio Astronómico de Quito.
Él considera que los datos obtenidos no son nuevos ya que siempre se pensó que el carbono de los planetas del Sistema Solar, al estar en contacto con altas presiones del espacio, puede formar grafito y dar origen a las piedras preciosas como los diamantes. “Es importante que la comunidad científica considere las condiciones físicas, químicas y atmosféricas de cada uno de los astros para determinar la existencia de este material brillante en sus atmósferas”, indica el astrónomo ecuatoriano.
También el físico Luca Ghiringhelli, del Instituto Fritz Haber, en Alemania, se ha mostrado escéptico frente a los datos obtenidos por los investigadores estadounidenses. “Es muy optimista sacar conclusiones sobre la existencia de diamantes en Saturno, ya que los datos son escasos “.