El asteroide 2024 YR4, un cuerpo celeste cercano a la Tierra, ha generado gran interés debido a su tamaño y trayectoria orbital.
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El Observatorio Astronómico de Quito, de la Escuela Politécnica Nacional, ha compartido información relevante sobre este asteroide que pasará cerca de nuestro planeta en los próximos años.
Características del Asteroide 2024 YR4
El asteroide mide entre 40 y 90 metros de ancho, según las mediciones de su brillo. Para obtener una estimación más precisa de su tamaño, se requieren observaciones en longitudes de onda diferentes, como el infrarrojo, o el uso de radar, informa el Observatorio.
Descubrimiento y monitoreo
El asteroide fue descubierto el 27 de diciembre de 2024, después de que su acercamiento el 25 de diciembre lo hiciera lo suficientemente brillante para ser detectado. Desde su hallazgo, se ha realizado un seguimiento constante, lo que ha permitido ajustar su órbita y reducir las incertidumbres sobre su trayectoria.
Riesgo de impacto y evaluación
Actualmente, según el Observatorio, los análisis indican una probabilidad superior al 1 % de que el asteroide impacte la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Sin embargo, las probabilidades de que esto ocurra son muy bajas, ya que existe un 99 % de posibilidades de que no haya impacto. Estos valores serán revisados a medida que se realicen nuevas observaciones.
En la Escala de Turín (sistema de evaluación del riesgo de impacto relacionado con los objetos cercanos a la Tierra), el asteroide 2024 YR4 ha recibido una calificación de 3. Esto implica que podría causar una destrucción localizada, aunque el riesgo no es inminente y los expertos seguirán monitoreando su evolución.
Carrusel informativo sobre el asteroide:
Trayectoria y acercamientos futuros
Al 31 de enero de 2025, el asteroide se encontraba a unos 48 millones de kilómetros de la Tierra, alejándose del Sol. En 2028, se acercará a una distancia de 20 veces la distancia entre la Tierra y la Luna, sin riesgo de impacto, según el Observatorio.
Si llegara a impactar en 2032, el área afectada abarcaría una extensa zona, incluyendo el Océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia.
Aunque la probabilidad actual de colisión es baja, las agencias espaciales como la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) siguen monitoreando su trayectoria. Los expertos tienen hasta mayo de 2025 para recolectar datos clave antes de que el asteroide deje de ser visible, de acuerdo con Infobae, y en 2028 tendrá otra oportunidad de observación. Si bien el impacto sigue siendo improbable, se evalúan estrategias de desvío, con la ONU que ha activado protocolos de monitoreo y respuesta ante posibles amenazas, como el Protocolo de Seguridad Planetaria, activado por primera vez ante este suceso.
Velocidad de entrada y seguimiento continuo
En caso de impacto, explica el Observatorio, el asteroide ingresaría a la atmósfera a una velocidad de aproximadamente 17 kilómetros por segundo, lo que equivaldría a más de 38 000 millas por hora.
La estrategia global de respuesta
Según Infobae, la ONU ha activado sus protocolos de monitoreo ante la posibilidad de impacto del asteroide, a través de la Red Internacional de Advertencia de Asteroides y el Grupo Asesor de Misiones Espaciales. Las estrategias incluyen misiones de desvío y evacuaciones si el impacto ocurre en una zona poblada. En 2022, la NASA probó con éxito la misión DART, que podría aplicarse al asteroide si es necesario antes de su paso en 2032.
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