Los antojos más frecuentes no son siempre los más saludables. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO

Los antojos más frecuentes no son siempre los más saludables. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO

La ciencia detrás de los antojos

Los antojos más frecuentes no son siempre los más saludables. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO

Queso de búfalo, manzana con ají, atún y mermelada son algunas de las extrañas combinaciones que pueden antojarse a mujeres embarazadas. Durante la gestación suelen aparecer los deseos incontenibles de comer alimentos raros y exóticos. Para sus esposos, quienes no tienen más remedio que salir en busca de estos productos, puede ser problemático. ¿Dónde se encuentra a las 22:00 comida tailandesa?

Andrés Molina recuerda que cuando su esposa, Gaby, estuvo embarazada, cada noche a las 23:00 se le antojaba una comida en particular. “Era por períodos. Un par de meses tenía que ser queso parmesano, otras veces limón con sal, a veces sandía o melón”. El antojo llegaba puntual con el reloj. Con el tiempo Andrés empezó a prepararse, tenía reservas listas.

A veces las cosas eran sencillas. Pero cuando se tiene ganas de una salsa que probó hace meses en un viaje, es más complicado. Los antojos no solo atacan a las mujeres embarazadas, las ganas incontrolables de comer un alimento en particular son frecuentes en casi todas las personas.

Algunas personas piensan que los antojos indican alguna deficiencia en el cuerpo. Por ejemplo el universal y común antojo de chocolate suele ser explicado por una deficiencia de magnesio en el cuerpo. Pero antes de que corran a comerse el chocolate, la nutricionista Alejandra Bueno tiene otra solución. La alternativa podría ser incrementar los niveles de magnesio en el cuerpo con otros alimentos más saludables, por ejemplo espinacas, pero este es un antojo muy poco común.

Pero, para el psicólogo Julio Cisneros, no funciona así. Él relaciona los antojos con factores emocionales. “La comida puede transportarte a un lugar o momento de tu vida, las personas anhelan esas situaciones a través de la comida”. Este enfoque también relaciona los antojos con las sensaciones que produce la comida de felicidad.

Según Cisneros, comer puede ser una forma de llenar vacíos en la vida de las personas en el trabajo, en las relaciones interpersonales, en sus deseos y metas incumplidas, etc. Pero esto puede resultar peligroso porque la comida proporciona una sensación de bienestar pasajero, pero el problema real persiste. ¿Y entonces?¿ cómo vencer los antojos?

En el caso de las embarazadas, los médicos creen que puede existir un componente hormonal. Así como hay comidas que se desean intensamente hay otras que pueden aumentar las náuseas. Por lo general, estos antojos desaparecen con el nacimiento del bebé.

Bueno plantea una estrategia que puede funcionar tanto para embarazadas como para otros antojados. Para ella, lo fundamental es analizar y buscar el origen del antojo. Preguntarse qué está diciendo su cuerpo y por qué necesita comerlo. ”¿Me hace feliz?, ¿me calma la ansiedad?. Esto puede darle la respuesta de lo que está fallando”, asegura.

En todo caso, complacerse con un antojo de vez en cuando no hace ningún daño, pero con cuidado de no excederse.