Entre el barrio Monte Lindo y el Hospital de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) hay 26 kilómetros. Paola Morales, de 30 años, hace ese recorrido cada mes para llevar a su hijo al médico.
fakeFCKRemoveEllos viven en un sector ubicado en el fondo de la Cooperativa Sergio Toral, 10 kilómetros para adentro de la vía Perimetral. La zona es de calles lastradas, con basura en los parterres, con casas de caña o construcción mixta apiladas en las lomas, hasta donde acceden tres líneas de buses urbanos, en medio de las cortinas de polvo que se levantan en las vías.
Un día lleva a Christian Escobar a los chequeos. Su rutina es cuestión de vida. El chico de 10 años fue sometido a dos autotrasplantes de médula en Solca. El milagro de que siga vivo es ejemplo en la lucha contra el cáncer.
Hace cinco años luego de una biopsia en los ganglios, los médicos del Hospital Roberto Gilbert le dijeron que tenía “una cosa mala”, “algo terrible”. Al inicio, su madre pensó que eran paperas cuando en el cuello le aparecieron unas bolitas. Pasaba decaído, perdió el apetito. Luego de los exámenes derivaron el caso a Solca, pues se trataba de un linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer maligno que ataca los ganglios.
Christian, de solo 5 años, fue sometido a seis sesiones de quimioterapia durante varios meses. La familia organizaba bingos, rifas y otras actividades para recaudar fondos. El marido de Paola trabajaba en la venta de carnes. El Bono de Desarrollo Humano le ayudaba a solventar los gastos, pero lo perdió. Le dijeron que había personas más necesitadas.
Seis meses después el pequeño fue sometido a radioterapias. Pasaba hasta 20 días hospitalizado. Aparentemente los tumores desaparecieron. Pero en el 2008 nuevos exámenes detectaron tumores en las axilas, en la pelvis…
El niño recibió cinco esquemas de tratamiento y con ninguno tuvo resultados. Hasta que los médicos le dijeron que Christian necesitaba un trasplante de médula, que se podía hacer con las células madres de su propio organismo.
Paola buscó ayuda del Ministerio de Salud para pagar la cirugía que costaba más de USD 35 000. Un año después lo sometieron a otro autotrasplante de médula. La oncóloga Bella Maldonado, jefa de la Unidad de Trasplante de Médula (UTM) de Solca, dice que clínicamente a Christian se lo observa sano, pero solo 10 años después de los autotrasplantes se sabrá si se curó completamente. Solca le exoneró todos los gastos que requiera el tratamiento.
El pequeño debe seguir los controles y las medicaciones con regularidad. Es un niño robusto de cabeza rapada, de dientes en pleno desarrollo por su edad. Le gustan los videojuegos de Mario Bros y guardar fotografías de la familia en su ‘compu’, donde tiene como fondo de pantalla una foto bañándose en el río Vinces (Los Ríos), en la última visita a sus abuelos.
Cursa el cuarto grado de básica en una escuelita de caña. Rey Jesús es un plantel particular a dos cuadras de su casa. Paola paga USD 6 mensuales. Su día lo dedica a cuidar a su único hijo que hace poco se convirtió en el personaje emblemático de la campaña ‘Guerreros por la vida’ de Solca.
A través de donaciones se quiere recaudar USD 200 000 para crear un laboratorio para pruebas de histocompatibilidad en la UTM. El laboratorio permitirá que los análisis de sangre que se hacen para buscar una médula compatible con algún paciente se realicen en el hospital y no en otros sitios del país y EE.UU.
Christian se aprendió la canción que acompaña la cruzada. “Sabes tanto de la vida, con tan poquita edad/ sabes tanto de este mundo, sabes bien por qué pelear/ quieres todo, quieres nada, quieres vivir nada más…”. Sus ojos se iluminan mientras entona la canción. La imagen del Divino Niño está en la pared de su dormitorio. Su madre se encomendó a él para pelear por su hijo.
La canción es una creación del compositor argentino Daniel Saiz (ex baterista de Soda Stereo) y la interpretan Vivi Parra, Douglas Bastidas y Joana Carreño.
La idea de la campaña nació cuando los médicos de Solca recordaron las palabras de Leonardo Cedeño, un niño que se atendió en el hospital. “Los niños que se tratan aquí son guerreros porque batallan cada día por sus vidas…”. El pequeño falleció en el 2006 en la espera de un trasplante. Por eso el presidente de Solca, Juan Tanca Campozano, dice que se quieren salvar más vidas haciendo los procesos más cortos.
Actualmente los costos de los análisis del donante y el paciente son entre USD 1 400 y 1800. Desde el 2006 que se abrió la UTM se ha hecho 27 trasplantes.
Los donantes deben llenar un formulario de donación o contactarse con el Comité de Damas de Solca al 042288088, ext. 192.