El ecuatoriano desaprovecha el valor nutritivo del chocolate

El Salon del Chocolate 2018 resaltó a este producto.

El Salon del Chocolate 2018 resaltó a este producto.

El Salon del Chocolate 2018 resaltó a este producto. Foto: Archivo EL COMERCIO

De acuerdo con datos presentados en junio de este año, por la Cámara de Comercio e Industria Franco-Ecuatoriana, los ecuatorianos consumen 300 gr de chocolate natural per cápita anual. Esto muestra que, a pesar de ser productores de cacao, el consumo es insuficiente en comparación con países como Suiza, Alemania o Reino Unido, donde la ingesta de chocolate bordea las 17 y 19 libras por persona al año.

Para la nutricionista Daniela Mancheno, que la mayoría de los países desarrollados sean los principales consumidores de chocolate natural en el mundo no es coincidencia. Considera que esto debe a un tema de inversión en la salud de sus familias. Los expertos señalan que el cacao es un estimulante natural, que hace que el cerebro produzca endorfinas, además de proveer de vitaminas y minerales.

Según la presidenta de la Academia del Chocolate Ecuador, Lourdes Páez, la desinformación, el aspecto económico y la industrialización de los alimentos desde hace aproximadamente 50 años fueron puntos influyentes en el descenso del consumo de cacao por parte de los ecuatorianos. Con esto, concuerda el desarrollador de la línea de chocolate Pacari, Mauricio Acuña, quien resalta que los ecuatorianos son productores de cacao, no productores de chocolate. Esto se debe a que una vez que se obtiene el cacao, sus productores se concentran en exportarlo más no en transformarlo.

Para Acuña, el bajo consumo de chocolate en Ecuador tiene que ver con la transformación alimenticia que hubo en la década de 1980, cuando el incremento de azúcar en varios alimentos quedó plasmado en la memoria de la gente y se empezó a asociar al chocolate con un dulce o golosina, más no con algo puro, amargo y saludable, como son los productos que llevan un 70 u 80% de cacao en su composición.

En el Centro Histórico de Quito se ubica la tienda República del Cacao. El pasado fin de semana, la turista Nina West salía de allí con dos paquetes de chocolate negro. Son para continuar su recorrido por Sudamérica porque dice que, en momentos de falta de ánimo o energía, son la mejor opción. A West le llamó la atención que los mayores compradores en tiendas de chocolate puro sean extranjeros y muy pocos ecuatorianos. “Los ecuatorianos no saben lo reconocido es su cacao a nivel mundial”, concluye la estadou­nidense de 38 años.

María José Arroyo, chef pastelera de la Universidad de las Américas, recomienda generar una cultura saludable en la gente, es decir, difundir conocimiento sobre los chocolates naturales y los sucedáneos. Arroyo recomienda pagar un poco más con el fin de precautelar nuestra salud a largo plazo con el consumo de chocolate natural, y no el que lleva azúcar, grasas alternativas a la manteca de cacao, lácteos y edulcorantes (principales componentes de los ‘chocolates sucedáneos económicos’ que son comercialmente más comunes), que pueden provocar afectaciones a la salud, como obesidad, acné, diabetes, caries y colesterol.

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