China colocó en órbita su primer telescopio de rayos X

El telescopio, bautizado Insight, permitirá a los científicos chinos estudiar los campos magnéticos creados en el interior de los pulsares.

El telescopio, bautizado Insight, permitirá a los científicos chinos estudiar los campos magnéticos creados en el interior de los pulsares.

El telescopio, bautizado Insight, permitirá a los científicos chinos estudiar los campos magnéticos creados en el interior de los pulsares. Foto: Agencia AFP

China colocó en órbita este jueves 15 de junio de 2017 su primer telescopio espacial de rayos X destinado a estudiar pulsares y agujeros negros. El instrumento, de 2,5 toneladas, fue enviado al espacio por un cohete Larga Marcha-4B que despegó del centro de lanzamiento de Jiuquan, en el Desierto de Gobi, a las 03:00 del jueves, indicó la agencia de prensa Xinhua.

El telescopio, bautizado Insight, permitirá a los científicos chinos estudiar los campos magnéticos creados en el interior de los pulsares. También permitirá conocer mejor la evolución de los agujeros negros.

Un pulsar es una estrella de neutrones (lo que resta luego de la explosión que marca el fin de la vida de un determinado tipo de estrellas) y que gira sobre si misma a una velocidad fantástica, emitiendo radiación electromagnética en un pequeño haz direccional. como si fuese un faro.

El agujero negro es un sitio donde la concentración de materia en un espacio pequeño es tan alto que ni siquiera la luz puede escapar a su gravedad. Los agujeros negros se forman luego del colapso que marca el fin de las reacciones nucleares en estrellas de gran tamaño.

La materia, al caer hacia el agujero negro atraída por su fabulosa gravedad, se recalienta y emite rayos X antes de pasar su borde (Horizonte de evento) a partir del cual todo se vuelve indetectable. Esa fuente de rayos X es la que permitirá a Insight detectar otros agujeros negros hasta ahora desconocidos.

Los estudios del telescopio podrían asimismo “aportar nuevos conocimientos en el campo de la física” dijo a Xinhua el jefe de este proyecto, Zhang Shuangnan. China invierte miles de millones de dólares anuales en su programa espacial en un intento por atrapar los programas estadounidense, ruso y europeo.

Pekin aspira a colocar en órbita dentro de cinco años una estación espacial habitada en forma permanente, como la actual estación internacional que comparten Estados Unidos, Rusia y la Agencia Espacial Europea.

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