Chimborazo, un volcán sin cráter y milenario

Volcán Chimborazo. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Volcán Chimborazo. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Volcán Chimborazo. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Alguna vez, el volcán Chimborazo tuvo un cono y, seguramente, un cráter. Pudo haber sido como el Tungurahua.

Pero luego de sus frecuentes erupciones, la montaña más alta del mundo -desde el centro de la Tierra- (6 384 km.) se convirtió en lo que es ahora: un volcán con domos sobre la cumbre, sin un cráter.

El vulcanólogo Benjamin Bernard explica que en el pasado tuvo tres zonas por donde salió el material volcánico; no había un solo vento (hueco o boca) como en el Tungurahua.

Este coloso tiene una historia de más de 165 000 años y su última erupción fue hace 1 300 o 1 500 años.

En un estudio realizado en el 2 000 se supo que la cumbre principal (Whymper) tenía entre 120 y 140 m y en otro de los flancos medía 40 m.

Suplementos digitales