Esmeraldas: Chachis y afros protegen Medianía

Los viajes en canoa se aprovechan para movilizar habitantes y productos. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Los viajes en canoa se aprovechan para movilizar habitantes y productos. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Los viajes en canoa se aprovechan para movilizar habitantes y productos. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Dos canoas de madera cargadas con pasajeros intentan pasar por un área pedregosa del río Verde, Esmeraldas, donde corre el agua que baja en picada desde la parte más alta del afluente.

Tres guías turísticos saltan descalzos del navío para empujar la embarcación, mientras que dos más la impulsan desde arriba, usando palancas elaboradas con ramas de árboles. Los guías son habitantes de la nacionalidad Chachi de Medianía y Los Laureles, que promueven un proyecto sobre turismo comunitario por el río Verde, hasta la reserva de bosque Medianía, que está en la población del mismo nombre.

Irene Pianchiche, habitante chachi de la población de Los Laureles, explica a los viajeros que en verano el río es poco navegable en unos tramos.

El sonido que produce el roce del agua al contacto con las piedras se mezcla con el trinar de las aves que se divisan en los árboles de cedro y moral, ubicados en las márgenes del afluente. Es un paisaje verdoso con los macizos de madera, plantaciones de plátano, cacao y papaya.

El torrente es la principal vía de transporte que tienen los afros y chachis, ubicados en la parte más alta del río Verde, en el cantón Rioverde. Por allí bajan la producción de cacao, plátano y caña durante el invierno, ya que no cuentan con vías de tercer orden en buen estado y las que están empeoran con las lluvias.

La idea de crear una ruta turística nació desde los habitantes de estas poblaciones, precisamente tras los viajes por el río, por donde se observa la actividad cacaotera de la zona y la actividad agrícolas, hasta llegar a la reserva de bosque de Medianía.

Una de las primeras acciones de los habitantes fue un compromiso para dejar de cazar especies como la guanta, el armadillo y el venado, explica Pedro Intriago, un campesino de 60 años que vive en la comunidad de El Toro.

Los chachis de Los Laureles y Medianía viajan con su producción por el río hasta cuatro horas para comercializarlo hasta en USD 0,40 la libra de cacao en baba. Este es el caso de Miguel y Alejandro Pichota, quienes bajan desde Medianía cada semana hasta con tres quintales a bordo de una canoa para vender la producción en Chumundé.

El pueblo indígena de la zona, paralelamente, se dedica a la protección del bosque húmero tropical de Medianía. Su actividad está ligada a la naturaleza y al cuidado de árboles, los cuales tienen hasta 100 años y se convierte en una de las reservas de bosque más importantes de Esmeraldas.

La conservación del bosque permite promover el turismo comunitario con la ayuda de entidades como el Municipio de Rioverde. Al trabajo se ha sumado el Ministerio de Turismo, que ha capacitado a los propios indígenas como guías ancestrales de su comunidad.

De acuerdo con la Dirección de Turismo del cantón Rioverde, unos 300 turistas llegan anualmente a conocer la reserva de bosque Medianía de los Chachis. Al interior de la reserva de bosque, los chachis muestran senderos naturales, cascadas y pequeños esteros donde los turistas pueden disfrutar de agua fresca y cristalina. Los indígenas enseñan cómo se corta el bejuco para la elaboración de los canastos, bolsos y esteras (petate) para descansar, que luego venden hasta USD 10.

Guantas, El Toro, Mulumpaqui, Meribe, Estero Hondo, Rascadera, Nache, Los Laureles y Medianía son espacios donde se puede disfrutar de una mazorca de cacao y una taza de chocolate caliente.
El recorrido fluvial dura tres horas y permite conocer cómo viven las poblaciones chachis y afros asentadas en Rioverde, que conservan la tradición de pescar mojarra, tilapia, sabaleta, cubo y mongolo. Tanto chachis como afros utilizan catangas o mallas tejidas por ellos mismos para pescar a bordo de pequeñas canoas o potros.

La ruta fluvial, que comienza en Chumundé y termina en la reserva de bosque de Medianía, busca crear un corredor turístico que potencie los turismos ecológico y de aventura en la localidad.

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