Tres centros culturales tsáchilas le apuestan al turismo local y nacional

Los turistas observan una simulación de los rituales de purificación tsáchilas.

Los turistas observan una simulación de los rituales de purificación tsáchilas.

La molienda de caña es una de las actividades típicas tsáchilas para hacer la chicha. Foto: Juan Carlos Pérez para El Comercio y Cortesía museo etnográfico

Al menos una vez al mes, un grupo de turistas extranjeros visitaba la comuna Los Naranjos, ubicada en el suroeste de Santo Domingo. Pero desde el terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter, las visitas disminuyeron.

Alejandro Aguavil, presidente del Centro Cultural Masara Mu’du, asegura que la lejanía de la comuna con la ciudad (28 kilómetros), la hace poco atractiva para el turismo local e incluso el nacional.

Por eso se especializaron en el turismo extranjero, sobre todo enfocado en ecologistas, antropólogos y biólogos que llegan para investigar la cultura, la flora y fauna ecuatoriana.

Aguavil recuerda que hace dos años firmó un convenio con una agencia de viajes para que incluyeran en sus visitas a la comuna Los Naranjos.

Se hicieron paquetes turísticos de USD 50, que incluyen la observación de especies de plantas nativas, recorridos por senderos, rituales chamánicos, alimentación típica, presentaciones artísticas y hospedaje. “Ganábamos hasta 600 dólares al mes. Con eso hacíamos el mantenimiento de las instalaciones de madera e invertíamos en mejorar el servicio de hospedaje”, señaló.

Para el 30 de abril de este año esperaban un grupo de 10 personas, pero se canceló por temor a las réplicas que se sentían en Manabí y Esmeraldas.

Los turistas observan una simulación de los rituales de purificación tsáchilas.

Según Lizardo Suárez, presidente de la Cámara de Turismo de Santo Domingo, el turismo extranjero ha disminuido a escala nacional. Pero para promocionar a los tsáchilas se gestionó un reportaje con la cadena de televisión Telemundo. “La idea es que las bondades de Santo Domingo se conozcan en Estados Unidos a través de un programa de turismo. Para lograrlo, nos unimos las empresas públicas, privadas y los tsáchilas”.

El operador turístico tsáchila, Henry Calazacón, aseguró que si bien el turismo extranjero ha disminuido, el nacional de a poco empieza a reactivarse. “Estamos esperando que en los meses de vacaciones de la Sierra vengan a visitarnos”.

Él es uno de los guías del Museo Etnológico tsáchila. Calazacón sostiene que los convenios con hosterías le han permitido captar a grupos de adultos mayores y estudiantes.

En la comuna Peripa se encuentra el Centro Cultural Aldea Colorada. Allí el arribo de extranjeros también ha disminuido. Aún así, el turismo local ha llegado en busca de rituales y limpias para mejorar el sistema nervioso. “El terremoto alarmó a las personas. Nosotros tratamos de que encuentren nuevamente paz”, señaló Manuel Calazacón, presidente de Aldea Colorada.

José Aguavil, presidente del grupo cultural Shuyun de la comuna El Poste, afirma que los grupos de turistas extranjeros han pospuesto sus visitas hasta septiembre y diciembre. “Vamos a promocionarnos localmente hasta que se normalicen las visitas nacionales y extranjeras”, afirmó.

Suplementos digitales