¿Qué pasaría con el Centro Histórico de Quito con un sismo como el del 16 de abril pasado? Nadie lo sabe. Frente a la naturaleza, nada se tiene asegurado. La única respuesta que tenemos es la que algún técnico dio a una pregunta sobre el tema: solamente Dios lo sabe…
En el Centro Histórico de Quito hay muchos inmuebles construidos en sistema mixto de madera y bahareque (carrizo unido con chocoto) que han sobrepasado los 70, 90 y 100 años. La madera ha soportado los embates del tiempo y algunos temblores, pero es conveniente hacer una revisión interna a las estructuras de cubiertas, vigas, dinteles y otros elementos de ese material.
En nuestra experiencia hemos encontrado edificios, palacios municipales, teatros y salones cuyas cubiertas son de madera y que, a simple vista, están bien. No obstante, una inspección técnica detallada reveló desgaste en los apoyos y las uniones por pudrición, polillas o humedades. Esto no se ve a simple vista y hace que la estructura se debilite y no soporte esfuerzos como los de un sismo.
¿La recomendación? La revisión profunda de todas las estructuras en madera para, si es del caso, hacer una curación y/o su reemplazo o refuerzo. Trabajos especializados que debe hacerlo un técnico y no maestros albañiles.
¿Y las de tierra? Se puede decir que ya no hay construcciones de este tipo en el Centro Histórico, salvo algunos templos, conventos, capillas y casas de las épocas colonial (no más de cinco) y republicana.
Son de tal edad que tienden a desgranarse y convertirse lentamente en polvo de tierra. Pero tienen una ventaja: los espesores de sus muros sobrepasan el metro y, por efecto de su masa y peso, podrían soportan en sitio los efectos de un sismo. Pero, como dijimos, nada es seguro o confirmado.