Un nuevo censo que buscará determinar la población de perros abandonados en Quito se realizará los días 8 y 9 de noviembre del 2019. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
Un censo realizado en mayo del 2018 determinó que en Quito hay un perro abandonado por cada 22 habitantes. Estos son los datos a los que llegaron investigadores después de realizar un estudio demográfico en algunas parroquias de la capital.
Ahora un nuevo censo busca ayudar a monitorear los cambios en la población de perros abandonados en Quito y en Tena a lo largo del tiempo. En la capital, esta actividad se realizará el 8 y 9 de noviembre del 2019 y busca analizar las fluctuaciones demográficas de esta especie en la urbe.
La medición se realizará en las parroquias urbanas de San Isidro del Inca, La Ecuatoriana, Puengasí, La Magdalena, Carcelén, Solanda, Rumipamba y La Mariscal. También se contabilizará la cantidad de perros callejeros en las parroquias rurales de La Merced, Nanegalito, Calacalí, Nayón, Chavezpamba, Calderón, Yaruquí y Conocoto.
En esta tarea participarán estudiantes y profesores de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y personal de la Secretaría de Inclusión del Municipio. Otras organizaciones sociales también se unirán al proyecto así como la Universidad Regional Amazónica Ikiam, que realizará el primer censo de perros abandonados en Tena.
Los equipos realizarán censos de forma simultánea entre las 08:00 y las 11:00 en todas las parroquias y registrarán en una aplicación los canes que se encuentren sueltos en la calle, según informó la USFQ. Además se realizará una encuesta a los habitantes de esas localidades con el fin de recabar datos sobre las modalidades de tenencia de perros en el Distrito Metropolitano de Quito.
Dimensionar la población real de animales de compañía es uno de los pasos para establecer políticas públicas de control y reducción de población de animales callejeros de acuerdo con los principios de bienestar animal. Por ello desde hace algunos años se han hecho intentos por tratar de cuantificar la densidad poblacional de esta especie en el distrito.
En 2013 se realizó el primer estudio demográfico. En esta investigación, liderada por Jaime Grijalva, se trató de estimar la población de perros vagabundos del Distrito Metropolitano de Quito, analizar la relación entre la economía con el bienestar animal y la prevalencia de parásitos.
En ese estudio se seleccionaron 16 parroquias urbanas y rurales en los que se aplicó una metodología para estudios demográficos utilizando un modelo estadístico. Se contaron perros abandonados y otros que podrían tener familia pero deambulan libremente por las calles.El resultado mostró que había un can por cada 49 habitantes.
Para el 2018 se realizó una revisión al estudio y se renovó el modelo estadístico para tener más precisión. Entonces se reveló que en zonas urbanas había un perro por cada 74 personas y en áreas rurales un can por cada 47 habitantes.