Cóndor Iguiñaro murió por inanición; se investiga la presencia de un hongo

La necropsia confirmó que el cóndor Iguiñaro perdió musculatura y se debilitó hasta morir tras haber pasado varias semanas sin alimentarse. Foto: cortesía.

La necropsia confirmó que el cóndor Iguiñaro perdió musculatura y se debilitó hasta morir tras haber pasado varias semanas sin alimentarse. Foto: cortesía.

La necropsia confirmó que el cóndor Iguiñaro perdió musculatura y se debilitó hasta morir tras haber pasado varias semanas sin alimentarse. Foto: cortesía.

Después de varias semanas sin comer, Iguiñaro perdió musculatura y se fue debilitando poco a poco hasta que finalmente murió. Los primeros resultados de la necropsia realizada a este cóndor andino, hasta este martes 15 de septiembre del 2020, revelan que el animal tuvo inanición. Esta no ha sido confirmada como la única causa de su muerte y aún se estudian otros factores relacionados a hongos, bacterias y a las secuelas que pudo dejar el primer ataque.

Este es uno de los casos más emblemáticos en el país. El ave fue rescatada por la comunidad de Iguiñaro en abril de este año, tras sufrir el impacto de un perdigón. El cóndor se recuperó en el Zoológico de Quito en Guayllabamba, y en mayo fue liberado en la Reserva Chakana de la Fundación Jocotoco con una banda alar y un rastreador satelital. Una vez en libertad, se reencontró con su pareja y volaba por los cielos del país, hasta que este 11 de septiembre se encontró su cuerpo en el Parque Nacional Cotopaxi.

Diego Medina, médico forense y director del hospital veterinario Planeta y Vida, explica que, junto con el personal del Ministerio del Ambiente y Agua y los investigadores de la Fundación Cóndor Andino, se hizo el levantamiento del cadáver y se lo trasladó hasta la veterinaria. Allí, el cuerpo se preservó bajo refrigeración esa noche y al siguiente día se le practicó una necrocirugía. Este centro tiene un convenio con el MAAE, que lo avala para realizar este tipo de procedimientos.

Medina dice que los resultados revelan que el animal sufrió mucho por varias semanas y no tuvo una muerte digna. Tras los análisis, se determinó que, en la escala del uno al nueve, su condición corporal era uno. Esto significa que había perdido musculatura y grasa, y tenía pododermatitis. Esta inflamación se cree que surgió porque pasaba gran parte de su tiempo en el suelo.

La necropsia se detuvo, ya que se encontraron lesiones que sugerían una posible infección micótica. Medina explica que en esos casos es mejor suspender momentáneamente el proceso porque estos microorganismos pueden pasar a los humanos y causar una enfermedad zoonótica. Mientras tanto, se tomaron muestras que fueron enviadas a dos laboratorios para su análisis.

Medina dice que este miércoles 16 de septiembre se ozonificará el ambiente del hospital para no tener problemas de contaminación y se abrirá nuevamente el cadáver para analizar otras lesiones que generan dudas, como las que están alrededor de la zona donde se impactó el perdigón.

Fabricio Narváez, coordinador de Proyectos de la Fundación Cóndor Andino Ecuador, explica que hasta el momento se descarta envenenamiento y nuevos disparos, pero la causa se desprende o fue resultado del primer ataque.

Iguiñaro fue el décimo sexto cóndor marcado con banda alar y rastreador satelital por la Fundación Cóndor Andino y The Peregrine Fund. Tras su muerte, la población de estas aves en el país continúa disminuyendo. Se estima que hay menos de 150 cóndores en Ecuador y están considerados como ‘En peligro’ de extinción.

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