En el lugar donde funcionaba La Casa de la Marimba,
en el malecón Las Palmas, se adecuó una bodega. Foto:Marcel Bonilla/EL COMERCIO
Solo una lona con el nombre Corporación Casa de la Marimba es lo que se observa en la parte alta del inmueble donde funcionó la organización afroesmeraldeña, tras su inauguración, el 27 de noviembre del 2015, en Esmeraldas.
Ese espacio fue cedido por el Municipio de Esmeraldas para el fomento y difusión de las manifestaciones culturales esmeraldeñas. Pero ahora se ha convertido en una bodega.
Ahí se guardan equipos y muebles del Cabildo, que impiden que el área destinada para ensayos de danza, exhibición de artesanías y hasta como la biblioteca del pueblo afro, no pueda funcionar, como en un inicio se planificó.
El alcalde de Esmeraldas, Lenin Lara, dijo que ya van a desocupar el espacio para que la organización reinicie sus actividades, pues el área fue utilizada debido a una emergencia presentada en la institución.
En Esmeraldas existen 18 organizaciones con reconocidos gestores que impulsan la cultura afro. Larry Preciado, Rosa Wila, Santiago Mosquera, entre otros, creen que el fomento cultural en la provincia se ve perjudicado al no contar con este tipo de espacios.
Preciado, representante de los gestores, insiste en que se debe dar mayor interés al arte del pueblo afro, porque es el sello de presentación y parte de la identidad de Esmeraldas.
Por ahora, la falta de un espacio propio para el arte los limita para planificar actividades, e incluso, para exhibir sus destrezas para atraer turistas.
La Corporación funcionaba a dos cuadras de la playa, y fue concebida también como un atractivo turístico, explica Hugo Quiñónez, representante de la agrupación Bambuco.
Según los gestores culturales, la falta de apoyo de los gobiernos seccionales también impide desarrollar iniciativas a favor de la cultura.
En el sur de la ciudad trabajan pequeñas organizaciones en la enseñanza de la marimba, pero no todas tienen todos los instrumentos necesarios, como el bombo, la marimba, el cununo o un espacio para ensayar. Por eso utilizan casas comunales o canchas de usos múltiples para las prácticas.
Para el antropólogo Adison Güisamano, director de la agrupación Presencia Negra, en los dos últimos años la actividad cultural ha decaído, porque no existe un direccionamiento desde los departamentos de cultura locales. Dice que, por ejemplo, tras la declaratoria de la marimba como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, debería haber más apoyo para impartir este conocimiento ancestral a las nuevas generaciones.
Desde la Dirección de Cultura del Municipio de Esmeraldas y de la Prefectura, se han realizado cursos de canto ancestral e instrumentos tradicionales, pero solo en vacaciones. Güisamano cree que debe ser un trabajo permanente.
Manuel Mosquera, presidente de la Corporación Casa de la Marimba, dijo que se necesita mayor compromiso. “Hemos presentado propuestas ante los gobiernos seccionales, para que se haga un trabajo sostenido”. Mientras que por su parte,gestionan apoyo de amigos para diseñar propuestas, como cursos permanentes de marimba, una escuela de danza ancestral y más promoción de la gastronomía afroesmeraldeña.
En las dos últimas décadas, la marimba y la danza afroesmeraldeña se han conocido fuera del país gracias a presentaciones de agrupaciones locales. Entre ellas están Jolgorio Internacional, Presencia Negra, Cuerpo, Sol y Pambil, Tierra Negra, entre otros.