El I conversatorio sobre Ciencia y Pueblos Indígenas Amazónicos fue el 16 de agosto de 2016. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO
Son más de 6 000 años de relación entre el Amazonas y los pueblos indígenas, en los que la vida ha sido perfectamente sostenible, mientras que en menos de 50 años la cultura occidental ha destruido un 13,3% del bosque amazónico. Así se dio a conocer en el I Conversatorio Ciencias y Pueblos Indígenas Amazónicos, en el Museo Mindalae (Quito).
Aquí se reforzó la idea de que los indígenas juegan un papel muy importante en la mitigación del cambio climático.
Estudios de organizaciones como la Coica, Raisg, Centro de Investigación Woods Hole (WHRC), Ecociencia y EDF demostraron que los casi 3 000 territorios indígenas y las áreas naturales protegidas de la cuenca amazónica almacenan el 56% del carbono de los nueve países de la región.
Sin embargo, Wayne Walker, científico asociado del WHRC, dijo en su presentación que casi la mitad de la región está bajo amenaza o presión.
En su estudio logró demostrar con imágenes satelitales, que el mayor impacto ocurre afuera de los territorios indígenas y que dentro de esta zona no hay imágenes que indiquen mayor deforestación.
“Esto demuestra que debemos hacer todo lo posible para que las poblaciones indígenas tengan las mejores condiciones para que puedan mantener su territorio. Por eso la importancia de regular las tierras”, dijo Walker.
En el Ecuador, el 86% de los pueblos indígenas se encuentra en la Amazonía y todavía falta regularizar una cuarta parte de su territorio.
Esta fue una de las conclusiones de la ‘Cartografía Histórica de las Áreas Naturales Protegidas y los Territorios Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana’, que se presentó en el conversatorio.
Si bien, alrededor de 385 pueblos indígenas habitan en la selva, lo cierto es que todos ellos se relacionan con la naturaleza de una forma común.
En sus pensamientos y sus prácticas ellos se fusionan con el aire, el agua, la vegetación y los animales. Reconocen que sus cuerpos son interdependientes con la selva y, de esta manera, se comportan como sus aliados.
Sin embargo,“por principio de transición ecológica, todo grupo humano transforma su entorno para poder vivir en él”, dijo Víctor López, antropólogo ecuatoriano y uno de los autores de la Cartografía.
En todo caso, más de un millón de personas habitan en la selva y han logrado vivir sosteniblemente. ¿Cómo llegaron al equilibrio? Con conocimiento. En la educación indígena se prepara el individuo para vivir en armonía con el entorno natural y social en el que nace.
Ellos transmiten a sus descendientes el respeto por los espíritus guardianes del universo que los llevan a hacer un uso responsable de los recursos y a entender que el consumo afecta al flujo y a la distribución de la energía en el sistema global.
“Nosotros tenemos áreas dedicadas a la protección. También cultivamos en chacras con productos diversos y dejamos que la tierra se regenere”, dijo Milton Caldera, miembro del pueblo Achuar, una de las 11 nacionalidades indígenas del Ecuador amazónico.